El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pedido públicamente la dimisión del CEO de Intel, Lip-Bu Tan, alegando conflictos de interés relacionados con empresas chinas. La controversia ha generado incertidumbre en el futuro de la compañía estadounidense de semiconductores.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha levantado controversia en el sector tecnológico tras solicitar públicamente la renuncia del actual CEO de Intel, Lip-Bu Tan.
En una publicación en su red social el 7 de agosto de 2025, Trump afirmó: "El CEO de Intel está sumamente conflictuado y debe dimitir de inmediato. No hay otra solución a este problema. Gracias por su atención."
Según un informe de Reuters, Trump acusa a Tan de tener supuestas conexiones con empresas chinas, lo que, en su opinión, compromete la integridad y la dirección estratégica de la compañía.
La demanda de Trump ha generado preocupación entre inversores y analistas, quienes temen que esta polémica pueda afectar la estabilidad de uno de los principales fabricantes de chips del mundo.
Históricamente, Intel ha sido un pilar fundamental en la economía estadounidense y en el avance de la tecnología global. Fundada en 1968 por Robert Noyce y Gordon Moore, ha sido pionera en la fabricación de microprocesadores y componentes electrónicos. La compañía ha enfrentado diversas controversias relacionadas con regulaciones internacionales y competencia, pero ninguna tan mediática como la presente.
Supuestamente, las conexiones de Tan con empresas chinas se remontarían a acuerdos de colaboración realizados en los últimos años, aunque no se han presentado pruebas concluyentes.
Sin embargo, en el clima actual de tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, cualquier indicio de relación con empresas del país asiático puede ser interpretado como un conflicto de intereses.
Por otro lado, la tensión política en torno a la tecnología y la seguridad nacional ha puesto a Intel en el centro de debates más amplios sobre el control de la innovación y la protección de datos.
Aunque la compañía ha negado las acusaciones, la presión política y mediática ha aumentado considerablemente.
En otro orden de noticias, se supuestamente está en marcha el despliegue del servicio de Starlink en India, con datos y tráfico de usuarios que, presuntamente, serán almacenados en ese país, según declaraciones del Dr.
Pemmasani Chandra Sekhar. Sin embargo, estas informaciones aún no han sido confirmadas oficialmente.
El impacto de esta controversia en la bolsa no se ha hecho esperar. La acción de Intel, que en euros equivale a aproximadamente 5.800 euros por acción, ha mostrado una ligera caída en las últimas horas, reflejando la incertidumbre generada por las declaraciones de Trump.
En resumen, la demanda de Trump de que el CEO de Intel renuncie por supuestas relaciones con China representa un punto de inflexión en la relación entre política y tecnología en Estados Unidos.
La compañía ahora enfrenta un escenario complicado en medio de tensiones internacionales y un clima de desconfianza que podría afectar su futuro a largo plazo.