La compañía tecnológica Intel anuncia una serie de despidos en su planta de Santa Clara, con el objetivo de hacer la empresa más ágil y competitiva en un mercado en constante cambio. La medida afecta a miles de empleados y forma parte de un plan de reestructuración estratégico que busca posicionar a Intel en la vanguardia de la innovación tecnológica.
Santa Clara, 13 de junio de 2025 — La reconocida empresa tecnológica Intel ha informado a sus empleados en la planta de Santa Clara que los despidos comenzarán a mediados de julio de este año.
Según fuentes cercanas a la compañía, las primeras reducciones de personal se completarían antes de que termine el mes. Esta noticia llega en un momento en que Intel atraviesa una profunda reestructuración tras la salida de su CEO Pat Gelsinger, quien fue obligado a abandonar su cargo en diciembre de 2024.
En marzo de 2025, la junta directiva designó a Lip-Bu Tan como nuevo director ejecutivo, marcando un cambio en la estrategia de la compañía.
El nuevo CEO ha impulsado un plan de ajuste que incluye la reducción de aproximadamente 22,000 empleos en diferentes áreas, aunque en los comunicados oficiales no se especificó cuándo se concretarían estos despidos.
Fuentes internas señalaron que la decisión forma parte de un esfuerzo por construir una Intel más eficiente, flexible y centrada en la innovación, con un enfoque especial en su división de fundición de chips.
La compañía ha expresado que esta medida, aunque difícil, es necesaria para fortalecer su posición competitiva en un mercado cada vez más saturado y dinámico.
Un informe reciente de OregonLive indicó que los ejecutivos de Intel enviaron un memorando a los empleados en el que afirmaban: “Estamos tomando acciones para convertir a Intel en una empresa más delgada y ágil, orientada a la ingeniería y la tecnología, que pueda generar mayor confianza entre nuestros clientes”.
En el documento también señalaron que la decisión de reducir la plantilla fue “sumamente difícil”, pero que era imprescindible para garantizar un futuro sólido y competitivo.
Sin embargo, no se especificó qué áreas serían las más afectadas ni el número exacto de empleados que perderían sus empleos en esta fase de despidos.
La compañía también manifestó que estos cambios permitirán simplificar la estructura interna y potenciar a sus ingenieros para que puedan ofrecer soluciones más eficientes a los clientes, además de reducir la complejidad operativa.
Además, aseguraron que la decisión fue tomada tras un análisis cuidadoso y con miras a una mejor posición futura, asegurando que “se tratará a las personas con respeto y cuidado durante todo este proceso”.
Intel, que en el pasado fue pionera en la fabricación de microprocesadores y componentes tecnológicos, ha enfrentado en los últimos años una fuerte competencia en segmentos como la inteligencia artificial, ordenadores personales y laptops.
La empresa, fundada en 1968 en Santa Clara, California, ha sido un gigante en la industria tecnológica, con una historia marcada por innovaciones clave que han transformado el mercado global.
Sin embargo, en los últimos tiempos, la presión de nuevos actores y la rápida evolución del sector han obligado a Intel a replantear su estrategia.
En los últimos años, la compañía ha invertido millones de euros en desarrollo de nuevas tecnologías, pero aún no ha logrado consolidar una oferta avanzada en inteligencia artificial, un segmento que ha ganado terreno rápidamente.
La competencia en esta área, de gigantes como NVIDIA y AMD, ha llevado a Intel a acelerar su reestructuración para poder mantenerse relevante en el mercado.
La situación económica global, caracterizada por desaceleraciones en diferentes sectores y una demanda fluctuante, también ha influido en esta decisión.
Este proceso de despidos en Santa Clara se enmarca en un contexto más amplio de ajustes en la industria tecnológica, donde muchas empresas están optando por reducir costes y optimizar recursos para afrontar los desafíos del mercado.
Aunque aún no se ha dado un número oficial en euros, se estima que la reducción de 22,000 empleos podría traducirse en una pérdida de valor en la plantilla equivalente a aproximadamente 2.5 millones de euros en salarios y beneficios, considerando la media salarial de la compañía.
Por ahora, los empleados afectados están siendo informados de manera individual y se les están ofreciendo paquetes de indemnización y apoyo en su transición laboral.
La reestructuración busca que Intel pueda seguir siendo un actor relevante en la fabricación de chips y tecnologías futuras, consolidando su presencia en mercados clave y fortaleciendo su capacidad de innovación en un entorno cada vez más competitivo.