El gobierno indio, bajo el liderazgo de Narendra Modi, está impulsando una revolución industrial centrada en la movilidad eléctrica, tecnologías ecológicas y la autosuficiencia manufacturera, con inversiones millonarias que buscan reducir la dependencia de importaciones y crear empleo.
En una muestra clara de su compromiso con la transformación económica y tecnológica, el gobierno de la India, presidido por Narendra Modi, ha anunciado una serie de iniciativas que están revolucionando el sector industrial del país.
Según declaraciones recientes del Ministro de Industrias Pesadas, HD Kumaraswamy, y en respuesta a publicaciones en plataformas digitales como X, el país está apostando fuerte por la movilidad eléctrica, la tecnología ecológica y la manufactura autosuficiente.
Supuestamente, estas políticas forman parte de un plan estratégico que busca convertir a la India en un referente global en innovación industrial para 2047, fecha en la que se conmemora el centenario de la independencia del país.
Como parte de este esfuerzo, el gobierno ha destinado aproximadamente 240 millones de euros (equivalentes a 20.000 millones de rupias) para crear un ecosistema industrial vibrante, sostenible y autónomo.
El foco en la movilidad eléctrica ha sido uno de los pilares principales. Hasta la fecha, India ha instalado alrededor de 29.300 estaciones de carga para vehículos eléctricos (VE), con una inversión de cerca de 245 millones de euros (2000 millones de rupias) bajo el esquema PM E-DRIVE.
Esta infraestructura busca facilitar la adopción masiva de VE en todo el país, en coordinación con diferentes ministerios, estados y actores del sector privado.
Presuntamente, hasta junio de 2025, se han apoyado más de 1.880.000 vehículos eléctricos a través del esquema FAME, que ha recibido una inversión cercana a 115 millones de euros (912 millones de rupias). De estos, aproximadamente 8.900 estaciones de carga ya están operativas, facilitando la movilidad sostenible en las principales ciudades y zonas rurales.
Este impulso se enmarca en una política que busca reducir la dependencia de combustibles fósiles y promover energías limpias, en línea con los compromisos internacionales del país para combatir el cambio climático.
La India ha hecho esfuerzos significativos en investigación y desarrollo, apoyando a empresas locales e internacionales en la creación de tecnologías verdes e innovadoras.
Además, el gobierno ha lanzado programas como el Production Linked Incentive (PLI), que ofrece incentivos económicos para industrias clave, incluyendo la fabricación de componentes para vehículos eléctricos y tecnologías de energía renovable.
Gracias a estas iniciativas, el sector industrial ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, generando nuevas oportunidades laborales y fortaleciendo la economía local.
Supuestamente, estas acciones también buscan hacer a la India más competitiva a nivel global, posicionándola como un centro de innovación en movilidad eléctrica y tecnologías ecológicas.
La inversión en infraestructura y la promoción de la investigación están creando un ecosistema que podría atraer a inversores internacionales y fomentar exportaciones en los próximos años.
En un contexto histórico, la India ha sido tradicionalmente un país dependiente de las importaciones de petróleo y tecnología extranjera. Sin embargo, con estos nuevos planes, presuntamente, busca cambiar esa dinámica, promoviendo la autosuficiencia y la innovación local. La apuesta por la movilidad eléctrica y la tecnología verde no solo responde a necesidades ambientales, sino también a una estrategia económica a largo plazo para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y fortalecer su posición en el escenario mundial.