El asesor económico de India revela que el país debe generar al menos 8 millones de empleos cada año durante más de una década y fortalecer su sector manufacturero para convertirse en una nación desarrollada para 2047.
New Delhi, 21 de abril de 2024: India debe crear al menos 8 millones de nuevos empleos cada año durante los próximos 10 a 12 años para alcanzar su visión de convertirse en un país desarrollado en 2047, según afirmó V Anantha Nageswaran, asesor económico principal del gobierno indio.
Este ambicioso objetivo forma parte de la estrategia del país para aumentar la participación del sector manufacturero en el Producto Interno Bruto (PIB), en un contexto donde China ya ha logrado una dominancia significativa en la industria global, especialmente tras la pandemia del COVID-19.
Nageswaran destacó que India enfrenta el reto de ofrecer empleo a una población en rápido crecimiento, que actualmente supera los 1.4 mil millones de habitantes, y que la tasa de creación de empleo debe mantenerse en niveles históricos para evitar problemas sociales y económicos.
Desde 1990, India ha experimentado una transformación económica significativa, pasando de una economía agrícola a una potencia en servicios y tecnología.
Sin embargo, para alcanzar su meta de convertirse en una nación desarrollada en su centenario de independencia, en 2047, el país necesita fortalecer su sector manufacturero y promover la integración de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en las cadenas de valor globales.
La historia muestra que las economías que han logrado convertirse en potencias manufactureras, como Corea del Sur y Alemania, han contado con un sector de PyMEs robusto y competitivo.
Durante su participación en la Cumbre de India en la Universidad de Columbia, organizada por el Centro Deepak y Neera Raj sobre Políticas Económicas de India, Nageswaran advirtió que, además de la creación de empleo, India debe afrontar los desafíos que presenta la inteligencia artificial, la tecnología y la robótica.
Estos avances, si no se gestionan adecuadamente, podrían eliminar millones de empleos de nivel inicial o de servicios de TI, lo que exige una política pública equilibrada que combine innovación tecnológica con protección laboral.
Es importante destacar que la historia económica de India también refleja cómo las políticas de apertura y liberalización, iniciadas en la década de 1990, impulsaron un crecimiento acelerado, con tasas promedio superiores al 8% anual en los últimos años.
Sin embargo, expertos como Nageswaran advierten que en la actualidad, el impulso del comercio exterior y la inversión extranjera directa (IED) no podrán sostener el mismo ritmo que en el pasado, dada la incertidumbre global, los conflictos internacionales y las tensiones comerciales.
Por ello, el gobierno indio debe enfocarse en mejorar la calidad y la competitividad de sus exportaciones, fortaleciendo la innovación, la investigación y el desarrollo (I+D), además de mejorar la logística y la conectividad interna, aspectos que históricamente han sido clave para el éxito económico de países industrializados.
La experiencia de países como Japón y Alemania demuestra que la inversión en estas áreas es fundamental para mantener el crecimiento a largo plazo.
Según Nageswaran, India aspira a mantener un crecimiento del PIB cercano al 6.5% en los próximos años, en un escenario donde la economía mundial enfrenta una probable recesión y una alta volatilidad en los mercados financieros.
La apuesta del país por la deregulación interna y la promoción del consumo doméstico puede ser crucial para alcanzar estos objetivos.
En conclusión, India tiene ante sí un camino desafiante pero prometedor. La clave será gestionar con prudencia sus recursos, promover la innovación y fortalecer su sector manufacturero y PyMEs, todo en un contexto global cada vez más competitivo y cambiante.
La historia muestra que las naciones que han sabido adaptarse y aprovechar sus ventajas comparativas han logrado transformarse en potencias económicas, y India busca seguir ese camino en su centenario de independencia, proyectándose como una de las economías más importantes del siglo XXI.