Un helicóptero dedicado a combatir incendios forestales en Ontario sufrió una caída parcial cuando perdió potencia sobre un lago, logrando un aterrizaje de emergencia sin que hubieran heridos. La Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá investiga el incidente en medio de una temporada de incendios severa en la región.

En una temporada marcada por numerosos incendios forestales y esfuerzos de extinción en toda Canadá, un incidente ocurrió en Ontario que ha puesto en evidencia los riesgos y desafíos de luchar contra el fuego en zonas remotas.

El pasado lunes, un helicóptero destinado a combatir incendios en la región de Sandy Lake sufrió una pérdida de potencia justo cuando realizaba una operación de recolección de agua en un lago cercano.

El aparato, un Bell 205A-1 operado por Guardian Helicopters Inc., tuvo que llevar a cabo un aterrizaje de emergencia en las aguas poco profundas del lago, tras activar su transmisor de localización en casos de emergencia (ELT).

Afortunadamente, el piloto, que era el único tripulante, salió ileso del incidente. La maniobra de autorrotación, técnica utilizada para aterrizar en situaciones críticas, permitió que el piloto guiara la nave hacia una recuperación segura en el agua, minimizando riesgos mayores.

La Autorrotación consiste en que el rotor del helicóptero sigue girando por efecto del flujo de aire, lo que permite controlar el descenso y conseguir un aterrizaje controlado.

Este tipo de incidentes no son inusuales en operaciones de extinción de incendios, que requieren sobrevuelos a baja altura y manejo de cargas de agua en condiciones adversas.

La temporada actual se destaca por ser una de las peores en la historia reciente, con un aumento significativo en la actividad de incendios en varias provincias.

En particular, en Ontario, el incendio conocido como Red Lake 12 ha consumido más de 177,000 hectáreas, equivalente a aproximadamente 1.770 kilómetros cuadrados, y sigue sin estar controlado. La magnitud de este fuego ha llevado a la evacuación de varias comunidades, incluyendo Sandy Lake, Deer Lake, Keewaywin y North Spirit Lake.

Las autoridades canadienses han movilizado personal militar y de servicios de emergencia para apoyar en las evacuaciones y en las labores de extinción.

El 8 de junio, efectivos de las Fuerzas Armadas llegaron a Sandy Lake First Nation, una comunidad remota ubicada a unos 600 kilómetros al noroeste de Thunder Bay, en un esfuerzo conjunto para garantizar la seguridad de unos 2.000 residentes afectados por el avance del incendio. Hasta el momento, las labores de control han logrado limitar la expansión del fuego en las áreas cercanas a las comunidades vulnerables, y en la actualización más reciente, se afirmó que la situación en Red Lake 12 no ha empeorado.

El incidente del helicóptero fue rápidamente atendido por la Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá (TSB), que ha iniciado una investigación para esclarecer las causas de la avería.

Aunque en un principio no se desplazaron investigadores al lugar, el organismo está recopilando datos y analizando la situación. La portavoz de la TSB, Chris Krepski, expresó que en casos similares, los sistemas de emergencia, como los transmisores de localización, permiten una respuesta rápida para socorrer al piloto y coordinar respuestas inmediatas.

Desde la autoridad forestal de Ontario, se ha comunicado que actualmente los esfuerzos en la región se concentran en reducir la intensidad de los incendios, utilizando helicópteros con cubetas y aviones lanzadores de agua.

Estas aeronaves han sido clave para contener las llamas en sectores con riesgo para las comunidades, especialmente en Deer Lake, Sandy Lake y Keewaywin.

La situación climática ha fluctuado, con períodos de lluvia que ayudan a disminuir los riesgos en algunas áreas, mientras que otras siguen enfrentando peligros moderados a altos debido a condiciones secas persistentes.

Este año, las operaciones de extinción en Canadá han tenido que adaptarse a un entorno cada vez más complejo, impulsado por cambios en el clima y la acumulación de biomasa forestal seca.

La colaboración entre autoridades civiles, militares y civiles resulta esencial para afrontar estos desafíos. La comunidad internacional observa con atención cómo Canadá gestiona estas crisis ecológicas, subrayando la importancia de fortalecer los protocolos de seguridad aérea y mejorar las técnicas de extinción para reducir riesgos en futuras intervenciones.

Este incidente recuerda la peligrosidad de los trabajos en regiones remotas y la necesidad de mantener altos estándares de seguridad, en un contexto donde la protección de las comunidades y la preservación de los ecosistemas se vuelven cada vez más urgentes ante la escalada de los incendios forestales en todo el mundo.