A pesar de los brotes activos de gripe aviar en Ontario, los minoristas locales aseguran que no hay cambios en la oferta de pavos para las fiestas navideñas. La autoridad sanitaria advierte sobre el riesgo y las medidas tomadas en las granjas afectadas.
La propagación de la gripe aviar en varias granjas de Ontario ha generado preocupación en el sector avícola, especialmente en relación con la disponibilidad de pavos para las celebraciones navideñas.
La Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (CFIA) informó que actualmente existen seis brotes activos en distintas regiones de Ontario, incluyendo áreas como Strathroy-Caradoc y North Perth.
En estas granjas, se han sacrificado cerca de 90,000 aves para evitar la propagación del virus, principalmente de la cepa H5N1, conocida por su alta contagiosidad y su capacidad de dispersión rápida entre las aves y, en casos aislados, hacia seres humanos.
A pesar de estas medidas, comerciantes en Londres y otras localidades aseguran que la oferta de pavos para las festividades permanecen sin variaciones.
Algunos minoristas independientes confirmaron que sus envíos de pavos, adquiridos con varias semanas de antelación, cumplen con la demanda habitual y que las ventas navideñas siguen viento en popa.
Desde la CFIA señalan que, hasta la fecha, no hay evidencia que indique que el consumo de productos completamente cocidos, como el pavo, represente un riesgo para la salud humana.
El miedo principal radica en el contacto cercano con aves infectadas, en particular durante las tareas de manejo o en las granjas afectadas.
Historicamente, la gripe aviar no es un fenómeno nuevo para Canadá, países que han enfrentado episodios similares a lo largo de las últimas décadas.
La introducción del virus en el siglo XX llevó a la implementación de estrictos controles sanitarios y cuarentenas que, con el tiempo, permitieron controlar brotes severos y reducir daños económicos.
Las granjas afectadas en Ontario, generalmente, son de diferentes perfiles, incluyendo productores especializados en cría y producción de huevos, y otras que se dedican exclusivamente a la crianza y engorde de pavos para consumo.
En el caso de Hayter’s Farm en Dashwood, un importante proveedor de la región, el impacto aún no ha sido diferencial en sus ventas para esta temporada, aunque reconocen que la pérdida de algunas aves reproductoras podría generar escasez en el próximo año.
El CEO de Hayter’s, Sean Maguire, explicó que en el ciclo habitual de producción de pavos, los animales destinados a la mesa navideña ya estaban en sus instalaciones antes de que los brotes de gripe aviar se alertaran públicamente.
Esto significa que los pavos que se consumen durante estas fechas siguen siendo saludables y seguros para la ingesta.
Cabe destacar que la industria avícola en Canadá ha aprendido con el tiempo a manejar brotes de este tipo, incrementando las medidas de bioseguridad y control sanitario.
Sin embargo, la pérdida en la población de aves reproductoras puede provocar retrasos en la disponibilidad de aves jóvenes en meses posteriores, lo que afectará la oferta y posiblemente los precios en el mercado.
A nivel global, Canadá se encuentra entre los principales exportadores de carne de ave, y la prevención y control de la gripe aviar siguen siendo prioridades en la agenda de salud animal.
En países como Estados Unidos y México también se reportan brotes, pero la relación con Canadá en comercio y seguimientos sanitarios ayuda a mantener la seguridad en la cadena alimentaria.
Por ahora, los consumidores pueden estar tranquilos al saber que, salvo las restricciones aún vigentes en algunas granjas, la población puede disfrutar de sus pavos de Navidad sin preocuparse por riesgos de su salud, siempre que estos estén bien cocidos.
La vigilancia continúa en la región, y las autoridades sanitarias trabajan para evitar una expansión mayor del virus, que en su variante H5N1, puede tener un impacto económico significativo en el sector avícola internacional.