Con millones de aves sacrificadas en los últimos años, los agricultores de Columbia Británica evalúan el impacto de la gripe aviar mientras temen por el próximo período de migración de aves salvajes.
Los agricultores de Columbia Británica están atravesando un periodo de evaluación tras las devastadoras olas de gripe aviar que han afectado a la industria avícola de la región durante más de tres años.
Este brote ha llevado al sacrificio de más de 8.7 millones de aves, una cifra que representa más de la mitad de las pérdidas nacionales en Canadá, que ascienden a 14.5 millones. Ahora, los productores están preocupados por los posibles efectos que tendrá la próxima migración de aves salvajes.
A medida que se aproxima la primavera, los agricultores de áreas como el Valle de Fraser se enfrentan a un desafío significativo. Ray Nickel, un agricultor de la zona, ha sido testigo de primera mano de la devastación causada por el virus H5N1, ya que tuvo que sacrificar 60,000 pollos en el otoño de 2022 y, posteriormente, su rebaño de 9,000 pavos fue también aniquilado en 2023.
Según Nickel, la incertidumbre que rodea a estos brotes es abrumadora y causa una gran ansiedad entre los productores.
Desde mediados de octubre, cerca de 80 granjas avícolas en Columbia Británica han reportado brotes del virus. Las medidas de control y bioseguridad se han aplicado en 239 ocasiones desde que se detectó el primer caso en la provincia en abril de 2022; actualmente, solo seis instalaciones están infectadas.
Según la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (CFIA), la situación ha sido calificada como "sin precedentes" y los impactos en la industria avícola canadiense son significativos.
Sin embargo, hay un pequeño alivio temporal, ya que no se han reportado nuevas infecciones en Columbia Británica desde el 11 de enero. A pesar de ello, la preocupación por el virus persiste. Los investigadores han señalado que el H5N1, que surgió en 2021, es significativamente más peligroso que otros cepas históricas. Según la veterinaria jefe de B.C., Teresa Burns, las investigaciones preliminares sugieren que las migraciones de otoño presentan mayores riesgos para la salud avícola en comparación con las de primavera.
Esto se debe a que, en otoño, las aves aterrizan y pasan más tiempo en el Valle de Fraser.
La posibilidad de que la gripe aviar se transmita a los seres humanos, aunque muy raro, sigue preocupando a los expertos en salud. En noviembre de 2024, Canadá reportó su primer caso humano de la forma H5N1, afectando gravemente a una adolescente que fue hospitalizada durante dos meses.
Para mitigar el riesgo, el gobierno federal ha adquirido 500,000 dosis de una vacuna contra la gripe aviar.
A pesar de los esfuerzos por mantener bioseguridad en la industria avícola, las pérdidas económicas son significativas. Los agricultores no solo enfrentan el costo del sacrificio de sus aves, sino también los gastos de limpieza y el impacto en la productividad. Los costes de desinfección pueden alcanzar cifras altísimas; por ejemplo, Nickel mencionó que la desinfección de su granja le costó más de 2,000 euros.
En este contexto, los agricultores enfrentan una crisis que no solo es financiera, sino también emocional, lo que añade presión a un sector que ya está lidiando con numerosas adversidades.