Investigadores en la costa central de British Columbia documentaron por primera vez a lobos marinos usando herramientas para capturar cebos en trampas de cangrejo, lo que sugiere una sorprendente inteligencia en estos animales. Este descubrimiento revela comportamientos innovadores que abren nuevas líneas de estudio sobre la cognición animal.

Recientes investigaciones en la costa oeste de Canadá han puesto en evidencia un comportamiento inédito en los animales salvajes. Por primera vez, científicos han documentado a lobos marinos en British Columbia utilizando herramientas y técnicas para acceder a alimentos en trampas de cangrejo.

Este hallazgo, publicado en la revista científica Ecology and Evolution, desafía las ideas preconcebidas sobre la inteligencia de los mamíferos marinos y aporta nuevas perspectivas sobre su capacidad de adaptación y aprendizaje.

El estudio, llevado a cabo por los investigadores Kyle Artelle y Paul Paquet, se centró en la zona de Heiltsuk First Nation, donde se instalaron cámaras para monitorear las trampas de cangrejo destinadas a controlar la población de cangrejo verde europeo, una especie invasora que amenaza los ecosistemas locales.

Estas trampas estaban en diferentes profundidades, algunas en aguas profundas, lo que generó sospechas de que elementos distintos al comportamiento de otros mamíferos podían estar causando daños.

Desde el primer día de la colocación de las cámaras en mayo del año pasado, se capturó un comportamiento sorprendente: un lobo marino emergió del agua sosteniendo una boya en su boca.

Posteriormente, se le vio dejar la boya en la orilla, recoger la línea expuesta y tirar de ella hasta que la trampa de cangrejo emergió de las profundidades.

El animal, después, mordió la trampa para acceder a la cebada en su interior y alimentarse.

Este comportamiento no solo indica una notable inteligencia, sino que también sugiere que los lobos marinos están aprendiendo a solucionar problemas y a manipular objetos para alcanzar sus objetivos, habilidades que en muchas especies terrestres ya están ampliamente documentadas.

Hasta ahora, los científicos solo tenían registros de comportamientos de utensilio en primates y algunos mamíferos terrestres; que estas habilidades puedan observarse en lobos marinos representa un avance significativo en el estudio de la cognición animal.

El equipo de investigación confirmó la existencia de un segundo lobo marino repitiendo la acción, lo que indica que este comportamiento puede ser aprendido y compartido entre miembros de la misma especie.

Los lobos marinos en cuestión pertenecen a una subespecie de lobos grises que habita en las zonas costeras del Pacífico Norte y que, tradicionalmente, han sido considerados como animales de dieta principalmente marina.

Respecto al origen de este comportamiento innovador, los investigadores especulan que la tendencia pudo haber comenzado por la exposición de las trampas en zonas de bajamar, donde los lobos marinos podrían haber encontrado más accesible el método.

La gradualidad del aprendizaje, desde manipular objetos en aguas poco profundas hasta entender la relación entre la boya, la línea, y la trampa, revela una capacidad de adaptación y aprendizaje que sorprende incluso a los expertos más escépticos.

Además del significado científico, este descubrimiento tiene implicaciones para la gestión de especies invasoras y la conservación. La presencia de lobos marinos que usan herramientas podría influir en futuras prácticas de monitoreo y control en los ecosistemas marinos, ya que entender sus comportamientos puede ayudar a prevenir daños a las infraestructura de investigación, como las trampas de cangrejo.

Este avance en el conocimiento de los lobos marinos también eleva la percepción sobre su inteligencia y capacidad de aprendizaje. Desde que Jane Goodall documentó el uso de herramientas por chimpancés en África en la década de 1960, la comunidad científica ha reconocido que muchas especies tienen habilidades cognitivas sorprendentes.

Ahora, estudios como este en British Columbia contribuyen a ampliar esa visión, demostrando que animales considerados primariamente como depredadores o consumidores pueden desarrollar conductas complejas.

En conclusión, la observación de lobos marinos manipulando trampas de cangrejo no solo enriquece la comprensión del comportamiento animal, sino que también abre nuevas preguntas sobre la inteligencia, la adaptación y la evolución de los mamíferos marinos en un ecosistema en constante cambio.

Los científicos planean ampliar sus investigaciones para determinar si estas conductas se fortalecen con el tiempo y qué otras habilidades innovadoras podrían estar desarrollando estos animales en su entorno natural.