La presencia de tres lobos en Fort McPherson, N.W.T., ha puesto en alerta a residentes y autoridades, que recomiendan tomar medidas para proteger a las mascotas y evitar incidentes. La comunidad, que suele ser tranquila, ha empezado a implementar precauciones tras estos avistamientos, que aún continúan preocupando a los habitantes y a las autoridades locales.

En la comunidad de Fort McPherson, ubicada en los territorios del Noroeste de Canadá (N.W.T.), los residentes están en alerta debido a la aparición de tres lobos en la zona durante el mes de octubre. La situación ha intensificado la preocupación por la seguridad de las mascotas y la posible interacción con la fauna silvestre. La comunidad, que en su historia reciente ha visto un incremento en la presencia de animales salvajes, ahora enfrenta una situación que requiere medidas preventivas y una estrecha vigilancia.

El primer avistamiento ocurrió a principios de octubre, cuando un lobo solitario fue visto merodeando cerca del Tetłit Coop, un punto de referencia local.

Tras el avistamiento, dicho animal fue abatido por un miembro de la comunidad. Sin embargo, según explicó Diana Koe, presidenta del Consejo Gwich'in de Tetłit y residente de Fort McPherson, luego de este incidente aparecieron al menos dos lobos más en los alrededores, mostrando que la presencia de estos predadores aún no ha sido controlada ni eliminada.

Lila Voudrach, responsable del Departamento de Ambiente y Cambio Climático de N.W.T., indicó que, por ahora, estos ejemplares no han causado ataques ni representan una amenaza directa para las personas. Sin embargo, resaltó que los perros domésticos están en mayor riesgo, ya que los lobos podrían infectarlos con enfermedades como la rabia. Históricamente, en varias regiones de Canadá, los ataques de lobos a perros domésticos han sido documentados, aunque estos encuentros son relativamente poco frecuentes.

Para evitar una escalada en la situación, las autoridades y residentes están unidos en la recomendación de mantener a las mascotas con correa, vacunarlas contra la rabia y no dejar alimentos al aire libre, incluyendo comida para aves, ya que esto atrae a los animales silvestres y puede incrementar el riesgo de encuentros peligrosos.

Voudrach también solicitó a los propietarios de perros que tengan especial cuidado y no permitan que sus animales merodeen sin supervisión, especialmente en áreas donde se han reportado avistamientos recientes.

Por su parte, se han instalado trampas en la comunidad para capturar los dos lobos que aún permanecen en la zona. La comunidad también ha puesto en marcha campañas de concientización para informar sobre la importancia de no alimentar a la fauna silvestre, ya que esto facilita la interacción no natural y el aumento de la presencia de animales peligrosos.

Además, la comunidad está siguiendo protocolos de protección y seguridad comunitaria, que incluyen vigilancia constante y la colaboración con expertos en vida silvestre.

Este fenómeno no es aislado; en las últimas décadas, el cambio climático y la expansión de los hábitats humanos han llevado a que los animales salvajes, como los lobos, busquen recursos en zonas urbanas o semiurbanas.

En Canadá, áreas tanto rurales como urbanas han reportado incrementos en estos avistamientos, evidenciando la necesidad de una gestión adecuada de la fauna silvestre y la cooperación entre comunidades y autoridades.

Fort McPherson, con una historia que se remonta a las comunidades indígenas y un entorno natural privilegiado, enfrenta ahora estos nuevos desafíos.

La colaboración y la implementación de medidas preventivas resultarán cruciales para mantener la seguridad y salvaguardar el equilibrio con la naturaleza en esta región del sur del extremo norte canadiense.