La compañía Panasonic Energy abre en Kansas una fábrica valorada en 3.6 mil millones de euros, destinada a producir baterías para vehículos eléctricos y generar miles de empleos en la región.
Panasonic Energy Co., Ltd., una división del Grupo Panasonic, ha inaugurado oficialmente su nueva planta de fabricación de baterías para vehículos eléctricos en De Soto, cerca de Kansas City, en Estados Unidos.
La inversión total en este proyecto ha supuesto aproximadamente 3.6 mil millones de euros, consolidándose como uno de los mayores centros de producción de baterías para EV en toda Norteamérica.
La nueva instalación, que supuestamente fue diseñada para satisfacer la creciente demanda de autos eléctricos a nivel global, ya ha comenzado la producción en masa de las celdas 2170, que son ampliamente utilizadas en numerosos modelos de vehículos eléctricos, incluyendo algunos de los más populares en el mercado actual.
La planta se enfoca en la fabricación de baterías cilíndricas de litio-ion, con una capacidad inicial que sería suficiente para abastecer a miles de vehículos y que en el futuro pretende alcanzar una capacidad anual de aproximadamente 32 gigavatios-hora (GWh).
El proyecto, que supuestamente fue anunciado hace varios meses, busca posicionar a Panasonic como uno de los actores claves en la industria de la electromovilidad en Norteamérica.
La fábrica se proyecta para crear hasta 4,000 empleos directos, además de aproximadamente 8,000 empleos indirectos en industrias relacionadas y en la cadena de suministro.
Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia de Panasonic para expandirse en el sector de las energías renovables y la movilidad eléctrica, en línea con los objetivos de sostenibilidad y descarbonización global.
A nivel histórico, esta inversión se suma a un contexto en el que empresas de tecnología y automoción están destinando miles de millones de euros a la producción de baterías en diferentes partes del mundo.
Supuestamente, en los últimos años, la demanda de baterías para vehículos eléctricos ha experimentado un crecimiento exponencial, impulsada por las políticas gubernamentales que buscan reducir las emisiones de gases contaminantes y promover el uso de energías limpias.
En el caso de Estados Unidos, la apertura de esta planta en Kansas representa un paso importante para fortalecer su independencia en la producción de componentes clave para los autos eléctricos, reduciendo la dependencia de proveedores extranjeros.
Además, la iniciativa también puede tener un impacto positivo en la economía local, promoviendo el desarrollo de infraestructura y atrayendo a otras empresas del sector tecnológico y automotriz.
Supuestamente, en términos de competencia, Panasonic busca consolidar su posición frente a otras grandes corporaciones como LG Energy Solution, CATL y Samsung SDI, que también están invirtiendo en nuevas fábricas en diferentes regiones del mundo.
La inversión en esta planta en Kansas refleja la estrategia de Panasonic de ampliar su presencia en mercados clave, particularmente en Norteamérica, donde la demanda de vehículos eléctricos sigue en auge.
En definitiva, la apertura de esta planta de baterías en Kansas no solo marca un hito en la historia de Panasonic, sino que también simboliza un paso más hacia un futuro donde la movilidad eléctrica será predominante.
La región se prepara para convertirse en un centro neurálgico de innovación en energía y movilidad, y esta inversión millonaria demuestra el compromiso de las empresas con un mundo más sostenible y tecnológicamente avanzado.