El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a protagonizar un episodio polémico al lanzar una serie de ataques contra Elon Musk, uno de los empresarios más influyentes del mundo, conocido por su liderazgo en Tesla, SpaceX y otras compañías innovadoras.

La controversia ocurrió el pasado 5 de junio, en una publicación a través de la red social Truth Social, donde Trump calificó a Musk de ser "loco" y sugirió que el gobierno debería terminar todos los contratos y subsidios que la Administración de Tesla recibe actualmente.

Este enfrentamiento no es aislado, sino que se enmarca en una larga historia de tensiones entre Trump y Musk, quienes en varias ocasiones han expresado opiniones encontradas sobre diferentes temas.

Sin embargo, en esta ocasión, el expresidente fue más allá y propuso que la mejor manera de reducir el gasto público sería eliminar los apoyos económicos otorgados a Tesla, valorados en miles de millones de dólares.

Según Trump, estos fondos representan un gasto innecesario para el presupuesto federal, y afirmó que el expresidente Joe Biden no ha tenido la voluntad política de hacerlo.

El 5 de junio, en su publicación, Trump afirmó: "La forma más sencilla de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Elon Musk.

Siempre me sorprendió que Biden no lo haya hecho todavía". La cifra exacta de los fondos en cuestión varía, pero se estima que Tesla ha recibido subsidios por valor de aproximadamente 4.500 millones de euros (unos 4.800 millones de dólares) en diferentes programas de apoyo a la innovación y energías renovables.

Por otro lado, Musk no se quedó callado y en una publicación en la misma red social, X (antes Twitter), afirmó que "sin mí, Trump habría perdido las elecciones".

Posteriormente, Musk eliminó esa publicación, en medio de un escándalo que ha acaparado la atención de los medios y de la opinión pública. La polémica se intensificó cuando Trump afirmó que Musk había "empezado a volverse loco" y que él mismo le había pedido que dejara de participar en ciertos proyectos gubernamentales.

Cabe recordar que Elon Musk ha sido un personaje clave en la promoción de la movilidad eléctrica y las energías sostenibles en los últimos años, impulsando la adopción masiva de autos eléctricos con Tesla, que en 2023 vendió más de 1,3 millones de vehículos en todo el mundo.

Sin embargo, su relación con las administraciones públicas ha sido variada, recibiendo subsidios y también enfrentándose a críticas por su influencia en las políticas energéticas.

La propuesta de Trump de eliminar los contratos y subsidios a Tesla representa un giro en la política de apoyo a las tecnologías verdes en Estados Unidos, en un momento en que el país busca fortalecer su independencia energética y reducir la dependencia de combustibles fósiles.

La decisión de cancelar estos fondos podría ahorrar a la nación miles de millones de euros anualmente, pero también afectaría a miles de empleos y al desarrollo de tecnologías innovadoras.

En resumen, la tensión entre Trump y Musk ha escalado en las últimas semanas, reflejando la polarización que caracteriza a la política y la economía estadounidense.

Mientras Trump busca reducir el gasto público, Musk continúa defendiendo sus proyectos y criticando las políticas que, según él, obstaculizan la innovación y la sostenibilidad.

La controversia sigue abierta y sus repercusiones se esperan que afecten tanto al ámbito político como al empresarial en los próximos meses.

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