Seúl, 21 de marzo: Corea del Sur ha sufrido un revés judicial después de que un tribunal en Singapur rechazara su intento de anular un fallo de arbitraje que le ordenó indemnizar al fondo de inversión estadounidense Mason Capital por pérdidas relacionadas con la controvertida fusión de dos divisiones de Samsung en 2015.

El Ministerio de Justicia de Corea del Sur comunicó el viernes que su solicitud de anulación fue desestimada por el Tribunal Internacional de Comercio de Singapur, según informó la agencia de noticias Yonhap.

Mason Capital presentó su caso de arbitraje en septiembre de 2018, argumentando que el gobierno surcoreano había presionado indebidamente al Servicio Nacional de Pensiones, un importante accionista de Samsung C&T, para que votara a favor de la fusión con Cheil Industries.

Según el fondo, esta intervención provocó una caída en los precios de las acciones de Samsung C&T y de Samsung Electronics, lo que resultó en pérdidas aproximadas de 185 millones de euros.

En abril de 2023, el tribunal de arbitraje dio parcialmente la razón a Mason, ordenando al gobierno surcoreano que le pagara 30 millones de euros en compensación, además de intereses compuestos atrasados a una tasa anual del 5% desde el 17 de julio de 2015.

En respuesta a esta decisión, el gobierno surcoreano interpuso una demanda en Singapur en julio del mismo año para anular el fallo del arbitraje.

El Ministerio de Justicia ha argumentado que la decisión judicial malinterpretó las condiciones de reconocimiento de jurisdicción bajo el tratado de libre comercio entre Corea del Sur y Estados Unidos, lo que constituye, según ellos, motivos razonables para cancelar la resolución.

La fusión de Samsung, vista como un movimiento para consolidar el control del heredero de Samsung, Lee Jae-yong, sobre el conglomerado familiar, estuvo en el centro de un escándalo de tráfico de influencias que llevó a la destitución de la expresidenta Park Geun-hye y a la prisión de Lee.

Este escándalo no solo afectó a las empresas involucradas, sino que también tuvo profundas repercusiones políticas y sociales en Corea del Sur.

El caso de Mason Capital ha puesto de relieve las tensiones entre inversores extranjeros y el gobierno surcoreano, especialmente en un contexto donde la regulación y el control de las grandes corporaciones son temas candentes.

A medida que el mundo observa cómo se desarrollan estos eventos, la relación entre la inversión extranjera y la política local en Corea del Sur se vuelve cada vez más compleja y significativa.

Este episodio también plantea preguntas sobre la transparencia y la ética en la gestión de empresas familiares en Corea del Sur, un país donde los chaebols (conglomerados familiares) juegan un papel crucial en la economía.

Las decisiones de inversión y las fusiones en este contexto son a menudo vistas con escepticismo por el público, que se preocupa por el impacto que estas transacciones pueden tener en el mercado y en la economía nacional.