Los científicos analizan muestras del asteroide Bennu y encuentran componentes esenciales para la vida en la Tierra.
Recientemente, científicos de la NASA han logrado examinar de cerca los escombros recolectados por la nave OSIRIS-REx del asteroide Bennu, lanzado en 2020, que regresó a la Tierra en 2023. Este asteroide, rico en carbono y con un diámetro de aproximadamente 500 metros, se encuentra a solo 300,000 kilómetros de nuestro planeta, y se formó hace aproximadamente 4.5 mil millones de años durante la formación del sistema solar.
El análisis de las muestras ha entregado nuevos indicios sobre los ingredientes necesarios para la vida, presentes en los primeros días del sistema solar y su posible llegada a nuestro planeta.
Una de las mayores sorpresas de este estudio internacional es que las muestras de Bennu incluyen aminoácidos, esenciales para la construcción de proteínas, así como todos los nucleobases que componen el RNA y el DNA. Los científicos han descubierto que dentro de las rocas secas del asteroide hay cristales que indican la existencia de agua salada en su historia, con una composición que incluye sodio, cloruros, fluoruro, carbonatos y fosfatos, de maneras similares a como se forman los cristales en los lagos salados en la Tierra.
La especialista en mineralogía del Museo Real de Ontario, Kim Tait, comentó que Bennu actúa como una 'cápsula del tiempo congelada', brindando una valiosa ventana hacia la química prebiológica del sistema solar.
En una conferencia de prensa, los científicos resaltaron que los fluidos salinos encontrados en las muestras estaban 'atiborrados' de elementos cruciales para la vida, tales como el fósforo y el azufre, que podrían haber facilitado reacciones químicas para la formación de moléculas más complejas.
Desde el regreso de la muestra, que fue entregada en el desierto de Utah el 24 de septiembre de 2023, los investigadores han estado estudiando las propiedades únicas de esta materia prima.
Aunque ya existía evidencia de que ciertos meteoritos podían portar agua y componentes biológicos en el pasado, la composición de los materiales de Bennu ha sorprendido a la comunidad científica, revelando nuevos aspectos sobre cómo los bloques de construcción de la vida pueden haberse dispersado por el joven sistema solar.
Un aspecto intrigante del estudio se refiere al misterio de por qué solo se encuentran aminoácidos en su forma 'zurda' en los organismos vivos, a diferencia de las muestras de Bennu que contienen tanto formas 'zurda' como 'diestra' en proporciones casi iguales.
Danny Glavin, científico principal del Centro de Vuelo Espacial Goddard de NASA, expresó su decepción por no haber encontrado lo que esperaba, sugiriendo que el origen de la preferencia por las moléculas zurdas en la vida en la Tierra sigue siendo un enigma.
Además, los científicos están entusiasmados con el potencial futuro de la investigación de muestras espaciales, subrayando que los descubrimientos realizados durante el estudio podrían dirigir experimentos que simulen las condiciones del antiguo asteroide para ver si los bloques de construcción de la vida pueden formarse en esos entornos.
Gordon Osinski, profesor de la Universidad Western en Ontario, señaló que, aunque Marte ha mostrado señales de agua y condiciones más cálidas en el pasado, los resultados de Bennu sugieren que incluso los asteroides podrían haber tenido condiciones propicias para la vida.
Actualmente, no hay agua en Bennu, y los últimos estudios indican que esta se evaporó en tiempos antiguos.
La comunidad científica espera que el análisis continúe proporcionando información valiosa sobre el origen de la vida en nuestro planeta y en otros lugares del sistema solar.