El gobierno de Alberta ha declarado a los jabalíes salvajes como plaga a partir del 1 de diciembre, implementando nuevas restricciones para su captura, criaderos y comercio, con el fin de controlar su expansión y evitar impactos económicos y ecológicos.

A partir del 1 de diciembre, la provincia de Alberta ha establecido nuevas normativas que clasifican a los jabalíes salvajes como plaga en cualquier circunstancia.

Esta decisión busca frenar la rápida expansión de estos animales en la región, considerados altamente destructivos para los cultivos, el medio ambiente y la salud de la fauna local.

La medida incluye restricciones estrictas a la captura, el comercio y la cría de jabalíes, prohibiendo su mantenimiento en cautiverio sin permisos específicos.

Además, se ha prohibido la creación de nuevos criaderos en todo el territorio provincial.

Los jabalíes, originarios de Eurasia, fueron introducidos en las Praderas canadienses a finales del siglo XX para su cría como animales de granja. Sin embargo, algunos ejemplares lograron escapar y formar poblaciones ferales que, con el tiempo, se convirtieron en una amenaza ecológica y económica.

Estos animales, también conocidos como