La aerolínea india SpiceJet ha aplazado el pago de salarios a una parte de sus empleados, enfrentando dificultades financieras que la llevaron a registrar pérdidas en el último trimestre. La situación genera preocupación en el sector aerocomercial y refleja los desafíos que atraviesan las empresas en períodos de baja demanda y tensiones geopolíticas.

La compañía aérea de bajo coste SpiceJet, con sede en Nueva Delhi, ha generado inquietud en el mercado por retrasar el pago de salarios a una parte significativa de sus empleados.

Según información de fuentes cercanas, la aerolínea ha implementado un 'cronograma de desembolsos escalonado' durante períodos de menor actividad económica, el cual se extiende a lo largo de varios días.

Supuestamente, empleados con ingresos de hasta 70,000 rupias indias (aproximadamente 800 euros) han recibido sus sueldos en tiempo y forma, mientras que los trabajadores de mayor nivel han enfrentado retrasos en sus pagos.

La compañía afirmó que esta práctica es similar a la adoptada en otros sectores durante etapas de crisis o baja demanda, y que no ha habido cambios en su política de desembolsos.

El 7 de septiembre, la aerolínea informó que más del 60% de su plantilla había recibido ya su salario correspondiente a agosto, y que el resto sería abonado en los días siguientes conforme al cronograma establecido.

Sin embargo, esta situación refleja las dificultades financieras que atraviesa SpiceJet, la cual reportó una pérdida neta de aproximadamente 2.400 millones de rupias en el trimestre de abril a junio (Q1 FY26), frente a un beneficio de 1.500 millones en el mismo período del año anterior.

En el informe anual del FY25, se señala que la aerolínea empleaba a unas 6.484 personas, de las cuales 4.894 eran empleados permanentes. Además, en línea con las políticas internas, la compañía adelantó al presidente y director general, Ajay Singh, un monto de 3,2 millones de euros (supuestamente en condiciones de interés cero) por un período de cinco años.

Los problemas económicos de SpiceJet no se limitan a retrasos en pagos. La firma también sufrió pérdidas sustanciales en el último trimestre, en medio de un contexto global de incertidumbre en la industria aérea, agravado por tensiones geopolíticas en la región y restricciones en el uso de espacios aéreos en mercados clave.

Estas circunstancias afectaron la demanda de viajes de ocio y provocaron una reducción en los ingresos, que cayeron un 34,4% interanual, pasando de aproximadamente 23 millones de euros a cerca de 13 millones en el último informe financiero.

Supuestamente, la situación de SpiceJet refleja un panorama más amplio en la industria aérea mundial, donde muchas compañías están enfrentando dificultades similares debido a los altos costes operativos, fluctuaciones en los precios del combustible y los efectos de la pandemia de COVID-19 que aún dejan huellas en la recuperación del sector.

Por otro lado, en el sector tecnológico, Elon Musk ha anunciado el despido de 500 empleados en su empresa de inteligencia artificial Grok, en un proceso de reestructuración.

Se presuntamente planea contratar a más especialistas en IA para potenciar sus desarrollos futuros. Aunque estas noticias parecen desconectadas, ambas reflejan una tendencia de ajuste en diferentes industrias ante un escenario económico volátil y desafiante.