El Ayuntamiento de Santander ha aprobado una campaña educativa para reducir el consumo de alcohol entre los jóvenes, uniéndose a una red nacional impulsada por instituciones públicas y privadas.
El Ayuntamiento de Santander ha tomado una decisión importante en materia de salud pública al incorporarse a la red de ciudades que luchan contra el consumo de alcohol en menores de edad.
La decisión fue oficializada tras la aprobación de un documento respaldado por la Junta de Gobierno Local, en línea con la campaña nacional ‘Menores ni una gota.
Más de 100 razones para que un menor no beba alcohol’, promovida por la Federación Española de Bebidas Espirituosas y el Ministerio de Sanidad.
Esta iniciativa busca abordar un problema que, aunque presenta signos de mejora, sigue siendo una preocupación para las autoridades sanitarias. La campaña tiene como finalidad no solo informar, sino también sensibilizar a toda la sociedad acerca de los riesgos asociados al consumo de alcohol en menores, promoviendo un enfoque preventivo y educativo.
Datos recientes del Ministerio de Sanidad, publicados en la Encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España 2023 (ESTUDES), reflejan avances, pero también señalan la importancia de continuar trabajando en la prevención.
Desde la década de los 90, este estudio se ha consolidado como una herramienta clave para comprender las tendencias en el consumo de sustancias entre adolescentes.
La primera edición se realizó en 1994, y desde entonces ha permitido monitorear cambios en los patrones de consumo en diferentes generaciones. La última edición de 2023 se basa en una muestra de más de 40.000 alumnos de entre 14 y 18 años y revela que, desde 2013, la prevalencia del consumo de alcohol en jóvenes ha disminuido notablemente.
Por ejemplo, el porcentaje de menores que han consumido alcohol alguna vez en su vida ha pasado del 83,9% en 2012 al 75,9% en 2023. Además, aquellos que han bebido en los últimos 12 meses han reducido su porcentaje del 83,8% en 2012 al 73,6% en 2023, y en los últimos 30 días del 68,1% al 56,6%.
También se ha observado una disminución en los episodios de embriaguez, que en 2012 afectaban al 30,8% de los adolescentes, y en 2023 al 20,8%. El fenómeno del binge drinking, o consumo excesivo en una sola ocasión, ha bajado del 41,8% al 28,2% en ese mismo período.
A pesar de estos avances, los datos muestran que la edad media de inicio en el consumo de alcohol se mantiene en torno a los 13,9 años, con una edad promedio de 15 años para comenzar el consumo semanal.
Esto evidencia que aún persisten retos en la prevención temprana y en la percepción de riesgo entre los jóvenes.
El alcalde de Santander, junto con la concejala de Salud, Zulema Gancedo, han destacado que la campaña no solo busca informar, sino también crear conciencia en las familias, las instituciones y la sociedad en general.
Entre las acciones previstas, se incluye la colaboración con la Asociación de Hostelería para promover acciones bajo el lema ‘Yo no vendo alcohol a menores’, además de talleres y actividades dirigidas a padres y educadores para fortalecer la formación en el control del consumo de alcohol.
La campaña también contempla la difusión de materiales informativos, elaborados por Espirituosos España, que serán distribuidos en centros municipales, escuelas de padres y talleres.
La idea es proporcionar herramientas efectivas para que las familias puedan actuar y prevenir el consumo en sus hijos.
En línea con el compromiso de reducir aún más los datos de consumo, el Ayuntamiento promoverá encuentros y actividades de sensibilización en diferentes canales de comunicación, con especial atención a las redes sociales, donde la presencia de los menores es significativa.
La participación en la Red ‘Menores Ni Una Gota’ implica un esfuerzo conjunto entre instituciones públicas, privadas y la sociedad civil, en busca de un entorno más seguro para los jóvenes.
En resumen, Santander reafirma su compromiso con la salud pública y la prevención del consumo de alcohol en menores, trabajando desde la educación, la sensibilización y la colaboración institucional para lograr que los jóvenes puedan crecer en un entorno más saludable y consciente de los riesgos que implica el consumo de alcohol a edades tempranas.