Un grupo de 20 estudiantes internacionales llega a Santander para colaborar en un innovador proyecto sobre el cambio climático y la gestión de las temperaturas urbanas, incluyendo mediciones en la calle y actividades de voluntariado en la ciudad.

En el contexto del programa Santander Capital Natural, un grupo de 20 estudiantes procedentes de la Universidad de North Carolina en Charlotte, específicamente del programa Levine Scholars, ha llegado a Santander para participar en un proyecto multidisciplinar enfocado en el cambio climático y la gestión del entorno urbano.

La iniciativa, que cuenta con la colaboración de la Universidad de Cantabria y diversas organizaciones locales, tiene como objetivo analizar cómo la vegetación y las infraestructuras urbanas influyen en las temperaturas de la ciudad, en un esfuerzo por comprender y mitigar el efecto de isla de calor en Santander.

Este programa, titulado “Cambio climático, desafío y contexto”, integra diferentes disciplinas y actividades prácticas, desde trabajos de laboratorio hasta visitas de campo, y busca que los estudiantes conozcan en profundidad la realidad ambiental y social de Santander.

Liderado por la profesora Cecilia Ribalaygua Batalla, el proyecto forma parte del Plan de Adaptación al Cambio Climático del Ayuntamiento, desarrollado en el marco del proyecto Santander Capital Natural.

Supuestamente, uno de los aspectos más destacados de su participación ha sido la medición de temperaturas en diferentes puntos de la ciudad, con el objetivo de estudiar cómo las áreas verdes y la sombra de los árboles pueden contribuir a reducir las temperaturas urbanas en épocas de calor extremo, fenómeno que presuntamente se ha intensificado en las últimas décadas debido al calentamiento global.

Durante su estancia, los estudiantes también visitaron el Geoparque Costa Quebrada, un espacio natural declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde pudieron aprender sobre la historia geológica de la región y su biodiversidad.

Además, realizaron una visita al patio del Colegio Fuente de la Salud, que está en proceso de transformación para convertirse en un espacio más natural, permeable y biodiverso, promoviendo prácticas educativas inclusivas y sostenibles.

Supuestamente, en colaboración con SEO/BirdLife, los estudiantes participaron en actividades de voluntariado como el anillamiento de aves y la erradicación de especies invasoras en el Campus de las Llamas, acciones que buscan fortalecer la conciencia ecológica y la participación ciudadana en la protección del entorno.

El proyecto también contempla la elaboración de un Plan de Adaptación al Cambio Climático para Santander, que ha sido elaborado por investigadores del Departamento de Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Universidad de Cantabria, en colaboración con la Fundación para la Investigación del Clima.

Este plan, que incluye 85 medidas específicas, analiza escenarios futuros de aumento de temperaturas, inundaciones y sequías, en coherencia con los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).

Supuestamente, la planificación se apoya en mapas temáticos que identifican las áreas más vulnerables y expuestas a riesgos climáticos en Santander.

El plan propone estrategias para fortalecer la biodiversidad, hacer la ciudad más resiliente, proteger la salud pública y promover una economía y sociedad adaptadas a los cambios climáticos, todas ellas en línea con los objetivos del proyecto Santander Capital Natural.

Este último es una iniciativa que busca potenciar las zonas verdes urbanas, promoviendo la participación ciudadana y la conservación de la biodiversidad en la ciudad, con un compromiso firme hasta diciembre de 2025.

Supuestamente, la alcaldesa Gema Igual recibió a los estudiantes y su equipo, destacando la importancia de estos proyectos para fomentar una Santander más sostenible y preparada para el futuro.

La participación de estudiantes internacionales y la colaboración de organizaciones como SEO/BirdLife y la Universidad de Cantabria reflejan la voluntad del municipio de integrar la educación, la ciencia y la acción comunitaria en la lucha contra los efectos del cambio climático en la región.