Una innovadora performance en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander transformará su jardín en un escenario de arte sensorial que combina pintura, vídeo, danza y efectos lumínicos, ofreciendo una experiencia única para el público.

El próximo viernes 27 de junio, el jardín del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander, MAS, se convertirá en un escenario vivo y dinámico para una intervención artística que promete cautivar a sus visitantes.

La propuesta, titulada ‘De-construir un cuadro. Perro ladrando a la luna’, ha sido diseñada por la reconocida compañía artística Ruido Interno, que desde su fundación en 2012 ha trabajado en la gestión y producción de actividades escénico-audiovisuales innovadoras.

Supuestamente, esta performance se llevará a cabo a partir de las 22:30 horas y consistirá en una experiencia sensorial que fusiona diferentes disciplinas artísticas como la pintura, el vídeo, la danza y la iluminación.

La iniciativa forma parte del programa ‘El MAS en la calle’, impulsado por el Ayuntamiento de Santander, con el objetivo de acercar el arte contemporáneo a la comunidad y reforzar el vínculo entre el museo y sus vecinos.

Según la concejala de Cultura, Noemí Méndez, la actividad busca transformar el espacio del museo en un lugar de disfrute y crecimiento personal, permitiendo a los asistentes vivir una experiencia artística inmersiva que estimula todos los sentidos.

La intervención tendrá una duración aproximada de 10 minutos y se realizará en tres pases, con entrada libre hasta completar aforo.

La pieza central de la performance es la reinterpretación del cuadro ‘Perro ladrando a la luna’, pintado en 1935 por Antonio Quirós, un artista cántabro que mantuvo una estrecha amistad con Federico García Lorca.

Presuntamente, esta obra fue inspirada por la poesía y la sensibilidad del poeta granadino, quien visitó Santander en varias ocasiones con el teatro La Barraca y participó en actividades de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

La escena, que en su versión original muestra la figura de un perro en un paisaje nocturno, se ha convertido en un símbolo de búsqueda y expresión de lo inalcanzable.

En la reinterpretación de Ruido Interno, el perro se transforma en una metáfora de una búsqueda interior, en un grito suspendido en el espacio, que dialoga con la luz, el sonido y las proyecciones.

La fachada del museo se convertirá en un gran soporte para proyecciones dinámicas donde se desplegarán texturas, símbolos y fragmentos del cuadro original, mientras que el resto del espacio, incluyendo el jardín y la biblioteca, se iluminarán en sincronía con la música y la danza.

Los bailarines Andrea Torre y Pablo Venero serán los protagonistas de una coreografía que interactuará con las proyecciones y la iluminación, creando un diálogo entre lo cotidiano y lo onírico.

La propuesta busca ofrecer una experiencia que trascienda lo visual y lo sensorial, invitando a los espectadores a reflexionar sobre la percepción del arte y su relación con el entorno.

Supuestamente, la compañía Ruido Interno ha recibido apoyo tanto del público como de instituciones culturales por su enfoque innovador y experimental.

A lo largo de los años, han desarrollado diversas actividades relacionadas con el arte audiovisual, el teatro contemporáneo y la tecnología, con el objetivo de explorar nuevas formas de expresión y acercamiento al público.

Tras esta intervención en Santander, las propuestas de Ruido Interno continuarán en diferentes fechas y formatos, incluyendo itinerarios sonoros, experiencias de realidad virtual y talleres creativos.

La próxima actividad programada será un itinerario sonoro con cascos inalámbricos el 19 de septiembre, seguido de una propuesta familiar el 17 de octubre para recrear una ciudad en miniatura iluminada, y un laboratorio de experimentación tecnológica el 21 de noviembre.

En definitiva, esta performance en el MAS representa una oportunidad única para experimentar el arte de una manera diferente, fusionando tradición y modernidad en un espacio emblemático de Santander.

La combinación de pintura, danza, vídeo y luz promete cautivar a todos los asistentes, fortaleciendo el papel del museo como un referente en la difusión del arte contemporáneo en la región.