Tras años de restricciones, el mercado automotor argentino experimenta una expansión en la oferta y una tendencia a la baja en precios, impulsada por cambios en las políticas de importación y una mayor competencia entre marcas.
En los últimos meses, el mercado de autos nuevos en Argentina ha mostrado una significativa apertura, con una creciente variedad de modelos disponibles para los consumidores.
Este cambio es resultado de las modificaciones en las políticas de importación que se implementaron tras años de restricciones y restricciones que limitaban la entrada de vehículos al país.
Hasta hace unos años, el mercado automotor local estuvo dominado por la producción nacional, controlada en un 99% por fabricantes locales, principalmente debido a las políticas restrictivas del gobierno anterior, que elevaban impuestos internos y dificultaban las importaciones.
Por ejemplo, marcas como Toyota, que hoy lideran en ventas, en su historia importaron numerosos vehículos antes de establecer plantas de producción en Argentina, como en el caso de Toyota en Zarate.
Con la llegada del gobierno del presidente Javier Milei, en 2023, la situación cambió radicalmente. Se eliminó la primera escala del impuesto interno, dando paso a un mercado más competitivo con mayor variedad y menores precios. La apertura permitió la entrada de unos 50,000 autos electrificados sin arancel, impulsando la baja en los segmentos SUV y vehículos híbridos. Además, en 2025 se proyecta que el mercado alcanzará aproximadamente 600,000 patentamientos, un crecimiento del 50% respecto a los últimos cinco años en los que el mercado estuvo prácticamente estacionado.
El incremento en la oferta también impactó en la diversidad de marcas y modelos. En noviembre de 2023, la participación de importadores en el mercado llegó al 10%, frente a una presencia casi inexistente en años anteriores. Este incremento en la competencia ha dado al consumidor mayor poder de negociación, con descuentos y bonificaciones cada vez más frecuentes.
Respecto a los precios, Ernesto Cavicchioli, presidente de la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (CIDOA), expresó que estos continúan en una tendencia a la baja.
Señaló que el aumento de la competencia y la recomposición de stocks han favorecido esta caída, que en algunos segmentos alcanza hasta un 20%. Además, la entrada de 50,000 autos electrificados sin arancel ha presionado aún más los precios, especialmente en el segmento de los SUVs.
El valor del dólar, que en 2023 se situó en alrededor de 1.480 pesos argentinos (equivalente a aproximadamente 8,9 euros según la tasa de cambio oficial), también juega un papel importante. Cavicchioli considera que una de las medidas necesarias para seguir promoviendo precios accesibles es mantener una política de tipo de cambio real favorable, sin depender únicamente de la devaluación.
En países vecinos como Brasil, el dólar mantiene un valor estable entre 4,5 y 6 reales en los últimos cinco años, lo que ayuda a sostener la competitividad del sector automotriz.
Desde la perspectiva impositiva, la eliminación de impuestos excesivos y la reducción de tasas como la del 35% de aranceles de importación y el impuesto estadístico del 3%, ayudan a reducir los costos finales de los vehículos.
Cavicchioli advierte que algunos impuestos, como el de patentes y seguros, deben ser ajustados para que la adquisición de un coche sea más accesible y menos onerosa para los consumidores.
Asimismo, el empresario resaltó la importancia de avanzar hacia un sistema de scoring más eficiente en la evaluación del riesgo de seguros, con el fin de disminuir los costos de pólizas y fomentar un mercado de seguros más justo.
La logística y los costos en puertos también representan un desafío, pero en general, el escenario actual es positivo para los consumidores y el sector.
Por otro lado, la competencia con marcas chinas ha aumentado en el mercado argentino desde 2022, con una llegada masiva de modelos que ofrecen buenas prestaciones a precios competitivos.
Cavicchioli sostiene que, siempre que las reglas sean claras y se respete el marco regulatorio, la competencia de marcas foráneas puede beneficiar al usuario final.
En conclusión, la apertura del mercado automotor argentino ha favorecido la llegada de más modelos, bajado los precios en general y empoderado al consumidor.
Aunque aún hay áreas por mejorar, como la baja de costos impositivos y una mayor promoción de financiamiento a tasas accesibles, los signos indican que el 2025 será un año de crecimiento sostenido y mayor variedad para quienes buscan comprar un vehículo 0 km en Argentina.