El gobierno de Argentina comenzará a instalar sistemas de pesaje en movimiento en principales autopistas para detectar cargas excesivas en camiones, reducir daños en las vías y mejorar la seguridad vial, con una inversión estimada en miles de euros.

Las autopistas modernas pueden aparentar una resistencia casi invulnerable ante el paso de miles de vehículos pesados día a día. Sin embargo, el sobrepeso en los camiones, que puede parecer un problema menor en primera instancia, termina siendo una amenaza silenciosa y progresiva para la infraestructura vial.

Con el tiempo, el peso excesivo genera fisuras, hundimientos y deformaciones en el pavimento, reparaciones que se traducen en costos significativos, estimados en millones de euros en muchos países.

Además del daño a largo plazo, los camiones sobrecargados representan riesgos inmediatos en la carretera, ya que no siempre pueden frenar con eficacia, lo que aumenta la probabilidad de accidentes.

Para hacer frente a este escenario, varias naciones incorporaron tecnologías avanzadas, siendo las balanzas WIM (Weigh in Motion) una de las soluciones más eficaces.

Estas balanzas permiten pesar los vehículos en movimiento, sin necesidad de detenerlos, mediante sensores instalados debajo del asfalto o en estaciones de peaje.

La tecnología de las balanzas WIM recoge datos en tiempo real, incluyendo el peso total del vehículo, la distribución por eje, la velocidad, las dimensiones y la identificación mediante la chapa patente.

Estos datos son transmitidos automáticamente a una central de control, donde se analiza si el peso excede los límites permitidos según las normativas vigentes.

En Argentina, próximamente se comenzará a implementar esta tecnología en las principales autopistas y rutas. La empresa estatal AUBASA, encargada de gestionar importantes arterias de la provincia de Buenos Aires, prepara la licitación para instalar estas balanzas dinámicas en la Autopista Buenos Aires–La Plata, la Ruta 2 y la Ruta 6.

Este sistema también se extenderá a toda la provincia, en un plan cuyo objetivo principal es mejorar la gestión del control de cargas y reducir el deterioro de la infraestructura.

El sistema WIM en movimiento opera las 24 horas del día, permitiendo detectar infracciones automáticamente y alertar a las autoridades viales para detener y verificar a los camiones en caso de excesos de peso.

Además, las redes de datos modernas, conectadas vía fibra óptica o redes inalámbricas seguras, facilitan el análisis estadístico, la planificación de mejoras viales y la detección de reincidencias, con alertas que pueden enviarse hasta 20 kilómetros en adelante, incrementando la eficacia en la prevención de daños.

El uso de estas tecnologías tiene múltiples beneficios. Reduce las demoras en los controles, ya que solo los vehículos que sobrepasan los límites son detenidos, y ayuda a proteger mejor a los conductores y pasajeros de accidentes vinculados a sobrecargas.

También contribuye a un uso más eficiente y transparente de los recursos del Estado, disminuyendo los costos de mantenimiento y reparaciones viales.

Además de Argentina, países como Estados Unidos, Canadá, y varios en Europa ya cuentan con sistemas similares para controlar el peso de camiones en sus autopistas.

La implementación de estas balanzas inteligentes forma parte de un esfuerzo global por fortalecer las infraestructuras y disminuir los accidentes provocados por sobrecarga.

La inversión en tecnología, que en euros puede superar los 20.000 euros por unidad, se ve reflejada en ahorros económicos y en la protección de vidas humanas.

En definitiva, Argentina avanza en la modernización de su infraestructura vial, adoptando soluciones tecnológicas que no solo mejoran la seguridad y la eficiencia en la circulación, sino que también prolongan la vida útil de sus carreteras.

La incorporación de balanzas de peso en movimiento es un paso fundamental en esta estrategia, que busca construir una red vial más segura, moderna y sostenible para todos los argentinos.