El joven piloto argentino Nicolás Varrone se prepara para dar el salto a la Fórmula 2 tras su experiencia con el Porsche Macan eléctrico en el Autódromo de Buenos Aires.

Nicolás Varrone ha tenido la oportunidad de experimentar algo nuevo en su carrera como piloto al ponerse al volante del Porsche Macan eléctrico en el Autódromo Oscar y Alfredo Gálvez de Buenos Aires.

A sus 24 años, este joven talento oriundo de Ingeniero Maschwitz, que ha alcanzado la cima en competencias como las 24 Horas de Le Mans en dos categorías diferentes en 2023 y 2024, ahora se encuentra en la búsqueda de un nuevo desafío: la Fórmula 1.

"Es mi primer contacto con un auto eléctrico, y estoy aquí para aprender un poco más", confiesa Varrone mientras se prepara para dar vueltas rápidas en el circuito.

Durante su sesión de pruebas, experimentó la potencia de los 408 caballos de fuerza que producen los motores eléctricos del Macan, logrando una aceleración de 0 a 100 km/h en poco más de cinco segundos.

"¡Espectacular!", exclama con entusiasmo después de recorrer el circuito y disfrutar de las capacidades del vehículo.

Este año 2025 es crucial para su carrera, ya que planea un salto significativo hacia la Fórmula 2, con miras a alcanzar la Fórmula 1. "Estamos en contacto con tres equipos y tenemos un plan de pruebas que incluye pruebas con autos de la vieja generación para lograr mejorar mis tiempos y habilidades", explica a Clarín.

Varrone tiene agendados entrenamientos en España durante el mes de mayo, específicamente en Aragón y Valencia.

Su reciente progreso se atribuye a unas exitosas pruebas que realizó el año pasado en Abu Dhabi, donde marcó el segundo mejor tiempo en una tanda.

"Fue mucho mejor de lo que esperaba", apunta el joven piloto, quien reflexiona sobre el estado actual del automovilismo argentino en el contexto internacional.

Varrone no solo es conocido por sus hazañas en el automovilismo, sino que también enfrenta la presión y el miedo de que su madre, que también fue piloto, maneje de manera agresiva.

"Siempre prefiero estar al volante, excepto cuando confío plenamente en la persona que me acompaña", comenta con una risa mientras recuerda anécdotas familiares sobre la velocidad y la adrenalina.

En cuanto a su hobby, destaca que lo disfruta más en viajes largos. "Después de pasar tanto tiempo viajando, conducir un auto durante mil kilómetros es una experiencia que añoro", añade. Para él, la música rock nacional y el mate son esenciales durante cualquier trayecto.

La historia de Varrone en el automovilismo ha estado marcada por éxitos, desde su participación en campeonatos de resistencia con General Motors hasta su ascenso en las categorías.

"Cada año fue un nuevo aprendizaje, y estoy comprometido a continuar mejorando para alcanzar mis metas más altas", afirma.

Con un horizonte alentador y varios frentes abiertos en su carrera profesional, el automovilismo argentino brilla gracias a talentos como Nicolás Varrone.

La ascensión de figuras como él y Franco Colapinto, quien ha logrado su lugar en la Fórmula 1, ha revitalizado el interés por las carreras en el país.

"La gente puede verlo y sentirse parte de esto gracias a las redes sociales", concluye, asegurando que su sueño de llegar a la Fórmula 1 está cada vez más cerca.