La Presidenta de México realizó la entrega de más de 3 mil hectáreas en la Sierra Tarahumara a los pueblos originarios, promoviendo justicia territorial y fortaleciendo el desarrollo de las comunidades indígenas en Chihuahua.
En un acto considerado un paso significativo hacia el reconocimiento y la restitución de derechos de los pueblos originarios, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, encabezó la entrega de más de 3 mil hectáreas en la emblemática Sierra Tarahumara, ubicada en el estado de Chihuahua.
Esta acción forma parte del Plan de Justicia de los Pueblos de la Sierra Tarahumara, que busca reparar los despojos históricos y fortalecer la identidad y autonomía de las comunidades indígenas.
Supuestamente, desde el inicio de la actual administración, se han devuelto aproximadamente 6,000 hectáreas en total a los pueblos originarios de la Sierra Tarahumara, un logro que marca un cambio profundo en la política de derechos indígenas en México.
El acto de hoy simboliza la recuperación de tierras que fueron despojadas en el pasado, muchas de ellas sin reconocimiento legal, y que ahora vuelven a manos de quienes legítimamente les pertenecen.
Durante su discurso, la Presidenta afirmó que "se trata de entregarles lo que siempre fue de ustedes, pero que no había sido reconocido". Además, anunció la incorporación de los habitantes de la región al programa Sembrando Vida, con el objetivo de impulsar el desarrollo económico y social de las comunidades.
La inversión destinada a estos programas en la región, supuestamente, alcanza los 4,2 millones de euros (equivalente a 80 millones de pesos mexicanos), destinados a fortalecer la infraestructura, la producción agrícola y la salud.
La entrega de tierras se complementa con otras acciones del gobierno, como la entrega de títulos de propiedad a las comunidades, obras de infraestructura básica, mejoras en centros de salud y la construcción de una Escuela de Enfermería en Guachochi, para garantizar la formación de personal médico en la región.
La secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, informó que aproximadamente 161 mil personas en Chihuahua reciben algún programa social, con una inversión que supera los 260 millones de euros (5,6 mil millones de pesos mexicanos) en 2025.
Supuestamente, en coordinación con el gobierno estatal, también se atenderán cuestiones de infraestructura vial, electrificación y conectividad, para mejorar la calidad de vida en zonas rurales y alejadas.
La gobernadora de Chihuahua, Mariat Eugenia Campos, expresó su reconocimiento por el compromiso del gobierno federal y se mostró dispuesta a seguir trabajando en conjunto para atender las necesidades de las comunidades indígenas.
El representante de la comunidad Ódami, Antonio Ayala Loera, agradeció la iniciativa y anunció que la comunidad ya trabaja en proyectos productivos y en la formalización de sus tierras.
Además, presuntamente, se planea la construcción de una escuela de enfermería que formará a jóvenes en su lengua originaria, garantizando así la presencia de personal médico en el territorio.
Supuestamente, esta acción se enmarca en una serie de esfuerzos históricos para reconocer a los pueblos originarios como sujetos de derecho, después de que en 2024 la Constitución mexicana fue reformada para darles un reconocimiento plenario.
La inversión total en infraestructura y derechos indígenas en la región, incluyendo apoyos del programa Sembrando Vida y recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social para los Pueblos Indígenas y Afromexicanos (FAISPIAM), supera las 8 millones de euros (más de 160 millones de pesos mexicanos).
La entrega de tierras y el fortalecimiento de los derechos de los pueblos originarios en la Sierra Tarahumara representan, presuntamente, uno de los avances más importantes en justicia territorial en los últimos años, consolidando el compromiso del gobierno para reparar injusticias históricas y garantizar un desarrollo sostenible en las comunidades indígenas de Chihuahua.