Claudia Sheinbaum, presidenta de México, se desplazará a Oaxaca para liderar las acciones de emergencia ante el huracán Erick, desplegando más de 34,000 servidores públicos en las zonas afectadas y activando planes de ayuda en los estados de Oaxaca y Guerrero.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que este viernes se desplazará a Oaxaca para coordinar en terreno las acciones de respuesta ante la llegada del huracán Erick, que ha provocado afectaciones en diversas comunidades del sureste del país.

Sheinbaum explicó que, aunque las afectaciones en general no han sido catastróficas, existen zonas con dificultades y comunidades aisladas que requieren atención inmediata.

Desde la conferencia matutina, la mandataria destacó que la prioridad es apoyar a las comunidades más vulnerables, especialmente en las áreas costeras y en el Istmo de Tehuantepec, donde se registraron desbordamientos de ríos y daños en infraestructura.

La estrategia del gobierno incluye el despliegue de más de 34,000 servidores públicos, entre elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina y Protección Civil, que trabajan en diversos frentes para garantizar la seguridad y el bienestar de la población.

Históricamente, México ha enfrentado huracanes de gran intensidad, como el huracán Wilma en 2005, que causó daños por más de 2,000 millones de dólares en aquel entonces, y el huracán Patricia en 2015, uno de los más potentes que ha registrado el país, con vientos de hasta 345 km/h.

Estas experiencias han impulsado a las autoridades a fortalecer los sistemas de alerta temprana y los planes de respuesta, como el Plan DN-III-E, que cumple 59 años desde su creación y que ha sido fundamental en la atención a desastres naturales.

En el contexto actual, las afectaciones en infraestructura eléctrica han sido significativas, con caídas de postes y transformadores que han dejado sin electricidad a aproximadamente 420,000 usuarios en Oaxaca y Guerrero.

Hasta ahora, se ha logrado restablecer el servicio en más del 50%, con un avance del 51% en la reparación de daños en ambas entidades.

Por su parte, en Oaxaca, se han habilitado cinco refugios temporales para albergar a las personas desplazadas, además de realizar labores de limpieza en calles y viviendas afectadas.

La Marina y la Defensa Civil continúan trabajando en la remoción de árboles caídos, despeje de vías y atención a inundaciones y encharcamientos. En Guerrero, también se han activado refugios, con un total de 10 albergues en funcionamiento, en los que actualmente se refugian cerca de 2,200 personas.

El secretario de la Defensa, general Ricardo Trevilla Trejo, informó que, desde las fases preventivas, se mantienen en alerta más de 32,000 elementos militares y de la Guardia Nacional listos para actuar en caso de ser necesario.

En Oaxaca, 9,600 soldados y en Guerrero, 11,800 están desplegados para apoyar en tareas de rescate, distribución de ayuda y seguridad.

Antes de la llegada del huracán, se enviaron en total 8,000 despensas y más de 30,000 litros de agua potable a las zonas en riesgo. Además, se establecieron 10 albergues en Guerrero y Oaxaca, en los que se atiende a más de 3,700 personas, incluyendo a quienes han sido evacuadas por las autoridades.

El gobierno también ha organizado la distribución de raciones de comida caliente, con un promedio de 5,000 por día, para atender a las comunidades afectadas.

La estrategia incluye no solo la atención inmediata, sino también la evaluación de daños y la planificación para la recuperación a largo plazo.

Recordando la importancia de la preparación ante fenómenos naturales, se conmemora que hace 59 años se implementó por primera vez el Plan DN-III-E, una iniciativa que surge del legado del ejército revolucionario y que ha sido decisiva en la gestión de emergencias.

Desde su inicio en 1966, este plan ha permitido a las fuerzas armadas y civiles trabajar coordinadamente en las fases de prevención, auxilio y recuperación.

El despliegue de recursos y la coordinación interinstitucional reflejan el compromiso del gobierno para reducir el impacto del huracán Erick y proteger a la población.

Autoridades de Oaxaca y Guerrero continúan monitoreando la situación, y se mantienen alerta para responder ante cualquier eventualidad adicional que pueda surgir en las próximas horas.

La población, por su parte, recibe instrucciones para mantenerse informada y seguir las recomendaciones oficiales para garantizar su seguridad.