El dispositivo de salvamento acuático y sanitario en el Pantano de San Juan finalizó la temporada con más de mil intervenciones, destacando en labores preventivas y rescates, en un operativo que combina esfuerzos públicos y de Cruz Roja.
El dispositivo especial de salvamento acuático y asistencia sanitaria del Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid (SUMMA 112) en el Pantano de San Juan ha concluido este verano con un total de 1.019 intervenciones, que incluyen labores preventivas, atenciones sanitarias y rescates tanto en el agua como en tierra. Aunque esta cifra es ligeramente inferior a la registrada en la temporada anterior, que alcanzó las 1.148 intervenciones, el operativo ha demostrado ser fundamental para garantizar la seguridad de los bañistas en una de las zonas recreativas más concurridas de Madrid.
El despliegue, situado principalmente en la Playa Virgen de la Nueva de San Martín de Valdeiglesias, ha estado activo desde el 28 de junio hasta el 7 de septiembre, operando los fines de semana y días festivos en un total de 24 días de servicio.
Además, este dispositivo se complementa con el trabajo realizado por Cruz Roja durante los días laborables, bajo la coordinación de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM 112).
Supuestamente, la colaboración entre ambos equipos permite cubrir toda la temporada de baño con una atención integral y rápida ante cualquier emergencia.
Durante el verano, los profesionales del dispositivo practicaron 28 rescates, de los cuales 12 ocurrieron en tierra y 16 en el agua, demostrando la importancia de una respuesta rápida en diferentes escenarios.
Además, se realizaron 113 asistencias sanitarias, un aumento respecto a las 101 del año pasado, con la mayoría de ellas de carácter leve. Solo 11 pacientes requirieron traslado a un centro hospitalario, siendo el 70% de los casos relacionados con traumatismos, heridas, mareos, síncopes o problemas respiratorios.
Un aspecto clave de este operativo ha sido la labor preventiva, que ha incluido patrullas a pie y en embarcaciones, con el objetivo de vigilar y ofrecer consejos para un baño seguro.
En total, se dedicaron 600 horas a estas tareas, incluyendo 102 horas en patrullas con embarcaciones y 288 en vigilancia desde torres de control. Los profesionales sanitarios también emitieron 101 recomendaciones a los bañistas y retiraron 10 objetos peligrosos para evitar accidentes.
Asimismo, se ha fomentado el acceso a baños accesibles mediante la silla anfibia, un dispositivo adaptado para personas con movilidad reducida. En esta temporada, dicho dispositivo se ha utilizado en 7 ocasiones, facilitando así el disfrute del entorno acuático a todos los visitantes.
El equipo de emergencias ha estado compuesto por siete técnicos especializados en socorrismo, un enfermero y un coordinador, que han trabajado en turnos diarios.
La dotación incluye dos embarcaciones, una rígida para rescates y patrullas, y otra neumática de intervención rápida, además de tablas acuáticas y material de salvamento.
También se han desplazado dos vehículos terrestres, un furgón logístico y un vehículo de intervención rápida, para garantizar una cobertura eficaz en diferentes zonas.
Todo el operativo está instalado en la Playa Virgen de la Nueva, donde también se encuentra el puesto de atención sanitaria, encargado de valorar y tratar las emergencias sanitarias que surgen durante la temporada.
Presuntamente, la inversión en recursos y personal en estos dispositivos refleja el compromiso de las autoridades madrileñas por mantener segura una de las zonas de baño más visitadas de la región, en línea con la tradición de protección y prevención que caracteriza a los servicios de emergencia en España desde hace décadas, con raíces en las primeras brigadas de socorrismo que surgieron en el siglo XX en playas del Mediterráneo y Atlántico.