Una investigación coordinada por el Hospital La Paz y otros 17 centros en toda España identifica cómo las apneas del sueño afectan negativamente en la evolución de tumores como el cáncer de pulmón y el melanoma, abriendo nuevas vías para mejorar el tratamiento de estos pacientes.

Un estudio pionero llevado a cabo en España ha puesto de manifiesto la influencia adversa que tienen las apneas del sueño en el pronóstico de determinados tipos de cáncer, como el melanoma y el carcinoma de pulmón.

La investigación, coordinada por el Hospital Universitario La Paz en Madrid, ha contado con la colaboración de un total de 18 centros de toda España, incluyendo instituciones de referencia como el Hospital Ramón y Cajal, el Hospital 12 de Octubre, la Clínica Universidad de Navarra y la Fundación Jiménez Díaz.

Este trabajo forma parte de una línea de investigación que profundiza en los efectos de la hipoxia intermitente, un fenómeno caracterizado por la disminución repetida de oxígeno en la sangre, que se produce en las personas que sufren de apneas del sueño.

La hipóxia intermitente ha sido vinculada anteriormente con alteraciones cardiovasculares y metabólicas, pero ahora se ha descubierto que también puede tener un impacto negativo en la inmunovigilancia contra los tumores.

Los resultados, publicados en la revista 'Archivos de Bronconeumología', revelan que la hipoxemia que sufren estos pacientes altera la actividad del sistema inmunológico, específicamente en los mecanismos que controlan la respuesta inmunitaria frente a las células cancerígenas.

Los investigadores detectaron que los niveles de biomarcadores como Tim-3 y Galectina-9, asociados con la regulación inmunológica, están elevados en pacientes con apnea del sueño que también padecen cáncer, lo que favorece que los tumores progresen y escapen a la vigilancia del sistema inmunitario.

El estudio ha sido realizado en el grupo de enfermedades respiratorias del Instituto de Investigación del Hospital La Paz (IdiPAZ), y ha utilizado técnicas de análisis de biomarcadores para establecer la relación entre la hipoxemia y estos puntos de control inmunológico.

La evidencia sugiere que la presencia de apneas del sueño puede ser un factor que empeore el pronóstico en pacientes con cáncer, especialmente en etapas iniciales donde la cirugía es la principal opción de tratamiento.

En este contexto, los investigadores están planificando un nuevo estudio para evaluar si la utilización de la terapia de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), que mantiene abiertas las vías respiratorias durante el sueño, puede modificar los niveles de biomarcadores y, en consecuencia, mejorar la respuesta clínica.

La hipótesis es que un tratamiento efectivo contra las apneas podría reducir la hipoxemia y, por tanto, disminuir la evasión inmunitaria de los tumores.

Este proyecto cuenta con financiación del Fondo de Investigación en Salud (FIS), gestionado por el Instituto de Salud Carlos III, y recibe apoyo adicional de la Unión Europea.

La colaboración entre estos 18 centros de investigación busca abrir nuevas perspectivas en la lucha contra el cáncer, considerando la apnea del sueño como un factor modificable que puede influir en la progresión tumoral.

Desde un punto de vista histórico, la relación entre la apnea del sueño y la salud ha sido objeto de estudio desde hace varias décadas, pero solo en los últimos años se ha reconocido su impacto en patologías complejas como el cáncer.

La prevalencia de la apnea del sueño en la población adulta en España se estima en torno al 4-6%, y su diagnóstico tempranamente puede ser clave para mejorar la calidad de vida y los resultados de los tratamientos oncológicos.

Este estudio representa un avance en la comprensión de los mecanismos que vinculan trastornos del sueño con la progresión del cáncer, y abre la puerta a nuevas estrategias terapéuticas que integren el control de las apneas como parte del abordaje integral del paciente oncológico en España y más allá.