El oftalmólogo José Ignacio Fernández-Vigo recibe un importante premio que destaca su liderazgo y contribuciones científicas en el campo de la retina, consolidando a España como referente en oftalmología a nivel mundial.

El pasado 4 de junio de 2025, el reconocido oftalmólogo español José Ignacio Fernández-Vigo fue galardonado con el prestigioso premio 'Fernando Arévalo', otorgado por la Asociación Panamericana de Oftalmología (APO).

Este reconocimiento es uno de los más destacados en el ámbito de la salud visual en América y en países de habla hispana y portuguesa, y se concede anualmente al mejor oftalmólogo menor de 40 años que realiza su labor en estos territorios.

La APO, que agrupa a profesionales de 35 países, busca incentivar la excelencia clínica, investigadora y de liderazgo en el campo de la oftalmología.

Fernández-Vigo, que actualmente trabaja en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, recibió el galardón en una ceremonia en Bogotá, en reconocimiento a su destacada trayectoria y aportaciones científicas.

Este premio no solo es un honor personal para Fernández-Vigo, sino también un reconocimiento al trabajo en equipo, la dedicación y la pasión por la innovación que caracteriza a su labor.

En sus declaraciones, destacó la importancia de contar con el apoyo de su familia, colegas y pacientes, quienes le motivan a seguir avanzando en el campo de la oftalmología.

La entrega del premio coincide con una serie de logros y reconocimientos en su carrera, que reflejan su compromiso con la mejora de la salud visual y el desarrollo científico.

Fernández-Vigo cuenta con una amplia carrera académica y de investigación. En 2023, fue distinguido con el premio 'Arruga', que lo acreditó como el mejor oftalmólogo joven en España, una distinción otorgada por la Sociedad Española de Oftalmología, en reconocimiento a su trayectoria clínica, investigadora y docente.

Su labor ha sido fundamental en el estudio y tratamiento de patologías de retina, y ha publicado más de 160 artículos en revistas indexadas, además de participar en más de 300 congresos científicos.

Es especialista en retina y trabaja en el Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico San Carlos, además de ser profesor asociado en la Universidad Complutense de Madrid.

Sus líneas principales de investigación se centran en patologías como la degeneración macular relacionada con la edad, la retinopatía diabética, oclusiones vasculares, y la coriorretinopatía serosa central.

Fernández-Vigo es considerado un referente internacional en el uso de tecnologías avanzadas para el diagnóstico mediante tomografía de coherencia óptica y en el desarrollo de tratamientos innovadores.

Además, coordina una unidad especializada en el diagnóstico y tratamiento de la coriorretinopatía serosa central, una enfermedad que afecta a personas jóvenes y que puede ocasionar pérdida severa de visión.

La unidad que dirige en Madrid es pionera a nivel mundial en su enfoque y en los tratamientos que ofrece. La enfermedad, relacionada con el estrés y caracterizada por la acumulación de líquido debajo de la retina, puede causar visión borrosa, deformidad, alteraciones en los colores y cambios en la percepción del tamaño de los objetos.

La pérdida de visión en estos casos puede ser significativa, afectando la calidad de vida y la autonomía de los pacientes.

Para tratar esta patología, Fernández-Vigo y su equipo realizan una serie de pruebas exhaustivas para evaluar la estructura y vascularización de la retina.

Entre las opciones terapéuticas disponibles, emplean diferentes tipos de láser, como la terapia fotodinámica, el micropulso y el láser focal, con el objetivo de estabilizar y, en algunos casos, recuperar parte de la visión.

La innovación en estos tratamientos ha sido clave para mejorar los resultados y reducir las discapacidades visuales relacionadas con la enfermedad.

Este reconocimiento internacional refuerza la posición de España como país líder en investigación y tratamiento en oftalmología. La labor de Fernández-Vigo es un ejemplo de cómo la ciencia, la clínica y la innovación pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo, y demuestra que el compromiso con la investigación tiene un impacto directo en la salud pública y en el avance de la medicina.

La comunidad científica y médica continúa apoyando a profesionales como él, que combinan excelencia clínica y compromiso social en beneficio de la humanidad.