La Comunidad de Madrid ha entregado aproximadamente 48.000 plantones de variedades hortícolas tradicionales, procedentes de semillas autóctonas, con el objetivo de mantener y promover su producción agrícola en la región. La iniciativa busca fortalecer la agricultura local y ofrecer alimentos más saludables a los consumidores, apoyándose en las investigaciones del IMIDRA.

En la Comunidad de Madrid, se ha llevado a cabo una importante iniciativa para respaldar las variedades hortícolas tradicionales que históricamente han formado parte del paisaje agrícola regional.

En concreto, el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) ha distribuido cerca de 48.000 plantones de diferentes hortalizas y frutas autóctonas, con el objetivo de garantizar su conservación, fomentar su cultivo y promover el consumo de alimentos saludables y de proximidad.

Esta acción forma parte de un plan de recuperación de variedades tradicionales que comenzó en 2014, con la finalidad de restaurar especies que comenzaron a desaparecer en las décadas pasadas, especialmente desde los años 60.

Gracias a estos esfuerzos, en la actualidad las hortalizas y frutas recuperadas no solo se producen en el campo madrileño, sino que también se comercializan en mercados locales y en grandes superficies a precios competitivos y ajustados al mercado, lo que beneficia tanto a agricultores como a consumidores.

El reparto de plantones, que se realiza en la finca experimental La Isla en Arganda del Rey, estará abierto hasta el 9 de mayo y requiere una reserva previa a través de medios telemáticos.

Los interesados recibirán vía correo electrónico la fecha exacta de recogida. La venta se realiza en cantidades mínimas específicas: 80 unidades para melones y 200 para tomates y pimientos, todos provenientes de semillas autóctonas recolectadas y cultivadas en el propio espacio del IMIDRA.

La oferta de esta temporada de verano contempla tres variedades de melón (piel de sapo, azul y mochuelo), tres de pimiento (Infante de Aranjuez, San Clemente y de Aranjuez) y una variedad de tomate (Gordo de Patones).

Todas estas especies tienen un fuerte arraigo en el clima y la historia agrícola de la región, lo que favorece su adaptación y productividad.

Desde su inicio, la recuperación de estas especies ha tenido un impacto positivo en la superficie agrícola dedicada a estas variedades en la Comunidad de Madrid.

Actualmente, cerca del 10% de las aproximadamente 2.000 hectáreas dedicadas a cultivos hortícolas corresponden a variedades tradicionales, frente a apenas el 0,8% hace cinco años. Además, la demanda de plantones ha crecido significativamente en los últimos años, pasando del 10% al 35% en el total de solicitudes, con unas 300 peticiones en 2024.

El trabajo del IMIDRA no solo se limita a la producción de plantones. En el Banco de Germoplasma de la región, en el que se almacenan más de 300 semillas recolectadas en todos los municipios de Madrid, se conservan especies que empezaron a desaparecer en los años 60.

Un 80% de estas semillas conforma un reservorio genético que permite estudiar y analizar distintas características, como su sabor, resistencia a la sequía y reacción a diferentes condiciones de cultivo.

En definitiva, la iniciativa del gobierno madrileño y del IMIDRA busca fortalecer la economía agrícola local, recuperar tradiciones y ofrecer a los consumidores productos de máxima calidad y con historia en la región.

Esta estrategia responde a la creciente demanda de alimentos saludables, sostenibles y de proximidad, promoviendo un modelo agrícola que combina tradición e innovación para asegurar el futuro de las variedades hortícolas de Madrid.