La alcaldesa de Caracas confirma entrenamiento de civiles en manejo de armas en medio de tensiones con EE.UU. por despliegue militar en el Caribe, mientras el gobierno venezolano busca fortalecer su defensa ante lo que califican como amenazas externas.
La alcaldesa del municipio Libertador en Caracas, Carmen Meléndez, anunció este sábado que miembros del 'cuerpo de combatientes' de la alcaldía participaron en una jornada de entrenamiento en el manejo de armas.
La actividad se llevó a cabo en un contexto de creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, que ha desplegado una operación militar en aguas del Caribe, supuestamente con fines antidrogas.
La movilización militar estadounidense en la región ha sido catalogada por el gobierno venezolano como una amenaza a su soberanía, generando preocupación en la población y en las autoridades locales.
El ejercicio de adiestramiento reunió a aproximadamente 252 trabajadores y trabajadoras de distintas dependencias municipales, quienes practicaron el uso de diferentes armas colectivas.
Meléndez, quien además es almirante, compartió en su cuenta de Instagram varias fotografías de la actividad, donde se puede apreciar la preparación de los civiles en técnicas básicas de manejo de armas.
Sin entrar en detalles específicos, la alcaldesa afirmó que este tipo de acciones son necesarias para fortalecer la defensa popular ante posibles agresiones externas.
Supuestamente, la iniciativa forma parte de un plan mayor del gobierno venezolano para incrementar la participación de civiles en tareas de seguridad y defensa, en línea con las políticas promovidas por el presidente Nicolás Maduro.
La llamada 'Milicia Nacional Bolivariana', un cuerpo voluntario integrado por civiles de diversas comunidades, ha sido convocada en varias ocasiones para inscribirse y participar en actividades de entrenamiento y protección.
La historia de la milicia en Venezuela se remonta a décadas atrás, siendo un elemento clave en la estrategia de defensa del país frente a amenazas externas.
En los años 60 y 70, durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, se implementaron programas similares que buscaban movilizar a la población civil en caso de conflictos bélicos.
Hoy en día, supuestamente, la milicia ha sido revitalizada como respuesta a la escalada de tensiones en la región.
El gobierno venezolano sostiene que estos ejercicios no representan una amenaza, sino una medida de protección y esperanza para su pueblo. La situación en el Caribe ha generado una serie de debates internacionales, ya que algunos analistas consideran que la presencia militar estadounidense en la zona podría estar vinculada a intereses económicos y estratégicos en recursos naturales.
Sin embargo, las autoridades venezolanas insisten en que su prioridad es la soberanía y la defensa de su territorio.
Por otro lado, la participación de la clase obrera, empleados públicos, miembros de comunas y sectores productivos en estas actividades refleja un esfuerzo por integrar a toda la sociedad en la protección del país.
En los últimos años, Venezuela ha incrementado su gasto en seguridad y ha desarrollado programas de formación ciudadana con el fin de mantener la estabilidad interna, en medio de una crisis económica y política que afecta a la nación.
En conclusión, la movilización y entrenamiento de civiles en Caracas y otras regiones refleja la tensión actual en el Caribe. Aunque supuestamente estas acciones buscan fortalecer la defensa nacional, también evidencian la postura de Venezuela frente a las amenazas externas, reafirmando su resistencia y esperanza en un escenario internacional complejo y desafiante.