El gobierno venezolano lleva a cabo simulacros de organización y defensa en respuesta a la posible presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, mientras aumentan las tensiones en la región.

Este sábado, Venezuela llevó a cabo una serie de ejercicios de organización y preparación ante cualquier posible escenario de violencia bélica que pueda presentarse en su territorio, según informó el primer vicepresidente del Parlamento, Pedro Infante, representante del chavismo.

La iniciativa se produce en un contexto en el cual el gobierno de Nicolás Maduro advierte sobre la supuesta amenaza que representa el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe.

Supuestamente, estas maniobras forman parte de una estrategia de fortalecimiento de las capacidades nacionales para responder a posibles conflictos o desastres naturales.

Infante, en una transmisión por la cadena estatal Venezolana de Televisión (VTV), recordó que desde hace varias semanas se han realizado jornadas de preparación todos los sábados, con el objetivo de reforzar las estructuras y capacidades del país ante cualquier eventualidad.

El dirigente chavista también hizo un llamado a potenciar la producción interna del país, resaltando que en la guerra de Vietnam (1955-1975) fue crucial elevar la capacidad productiva para lograr la victoria frente a Estados Unidos.

Supuestamente, estas acciones buscan garantizar la estabilidad y seguridad del país en un escenario donde Washington incrementa su presencia militar en la región bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, pero que Caracas considera una amenaza para un cambio de régimen.

El pasado jueves, el propio Nicolás Maduro anunció que se realizarían nuevos ejercicios de organización para perfeccionar los mecanismos de defensa territorial.

La jornada, que ha sido calificada como de carácter organizativo, busca afinar el mando, la conducción y la comunicación en toda la estructura profesional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Milicia.

Además, se incluyen las 5.336 Unidades Comunales Milicianas y las 15.751 Bases Populares de Defensa Integral, que fueron instaladas en las últimas semanas.

Maduro aseguró que, semana a semana, se seguirán elevando los niveles de preparación operacional y de despliegue, con el objetivo de garantizar unas Navidades en paz y sin incidentes, un período que el gobierno venezolano ha declarado oficialmente desde el miércoles pasado.

Desde agosto, el gobierno ha intensificado sus movilizaciones y jornadas de adiestramiento, en respuesta a lo que supuestamente son amenazas contra la nación.

Estas actividades buscan fortalecer la integración entre la ciudadanía, la milicia y las fuerzas policiales, promoviendo una fusión que supuestamente aumente la capacidad de defensa popular.

El pasado fin de semana, en particular, se realizó un simulacro nacional para preparar a la población frente a emergencias por desastres naturales o conflictos armados.

Esto ocurrió en medio de un aumento en la actividad militar en el Caribe, donde Estados Unidos ha desplegado fuerzas bajo el argumento de la lucha contra el narcotráfico, pero que Caracas considera una injerencia que podría desestabilizar la región.

En el ámbito histórico, Venezuela ha mantenido una política de defensa activa desde la época de la Guerra Fría, buscando consolidar su soberanía ante presiones externas.

La región del Caribe, en particular, ha sido escenario de tensiones en varias ocasiones, desde la crisis de los misiles en Cuba en 1962, hasta las disputas territoriales y los movimientos políticos en diferentes momentos.

Estos ejercicios, por tanto, reflejan una estrategia de preparación y resistencia que el gobierno venezolano pretende mostrar como un acto de soberanía y autodeterminación frente a las supuestas amenazas externas.

La tensión en la región sigue siendo un tema de interés internacional, con diferentes actores observando de cerca los movimientos militares y políticos en Venezuela y el Caribe.

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