En un discurso grabado y difundido por Globovisión, el presidente Nicolás Maduro afirmó que las Fuerzas Armadas venezolanas están 'más preparadas que nunca' para salvaguardar la paz y la integridad territorial ante lo que él describió como 27 semanas de amenaza por un 'Goliath' que, según su interpretación, representa la presión de Estados Unidos.

Maduro señaló que la milicia está desplegada con 'inteligencia, sabiduría y paciencia estratégica' para defender al pueblo y garantizar la soberanía.

El mandatario insistió en que la tarea no es solo militar, sino también un esfuerzo para mantener la independencia frente a lo que consideró una campaña de presión externa.

Además, dirigió un mensaje a los venezolanos que han regresado desde el extranjero para estas fiestas: 'Recibimos con los brazos abiertos a todos nuestros hermanos que algún día emigraron; muchos ya regresaron aprovechando diciembre para quedarse aquí'.

Estas palabras se dan en un marco de tensiones entre Caracas y Washington, que ha sido acompañado por sanciones y medidas para restringir el acceso al capital y al petróleo venezolano.

presuntamente, la campaña estadounidense ha incluido sanciones y esfuerzos para interceptar buques con hidrocarburos venezolanos, así como operaciones logísticas que, según informes no verificados, han tensado aún más las rutas marítimas.

En este contexto, las cifras sobre impactos y víctimas han circulado en distintos foros y no siempre cuentan con verificación independiente, lo que alimenta un relato de confrontación entre las dos naciones.

Históricamente, la relación entre Venezuela y Estados Unidos se ha deteriorado en la última década. Desde 2017, Washington ha aplicado un conjunto de sanciones dirigidas al petróleo y a funcionarios venezolanos, con el objetivo de presionar cambios políticos.

Esas medidas afectaron el sector energético y el flujo de ingresos del país, y alimentaron la migración: millones de venezolanos buscaron oportunidades en países vecinos y en otras partes del mundo, mientras Caracas buscaba mantener la cohesión interna y la disciplina social ante la adversidad.

En este escenario, el mensaje de Maduro parece buscar un doble efecto: fortalecer la narrativa de resiliencia y soberanía ante la comunidad nacional, y enviar una señal a aliados regionales de que Venezuela continúa firme frente a la presión externa.

Los analistas señalan que, pese a la retórica contundente, la realidad de las relaciones con Washington sigue marcada por diferencias profundas y por un conjunto de herramientas de presión que, si bien han cambiado con el tiempo, persisten y evolucionan en función de la situación regional e internacional.

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