Tras la primera votación en el cónclave del Vaticano, no se logró elegir al nuevo papa y salió humo negro desde la Capilla Sixtina, indicando que aún no hay consenso entre los cardenales.

Como era de esperarse, la primera votación en el cónclave del Vaticano no resultó en la elección de un nuevo papa, y por lo tanto, desde la chimenea de la Capilla Sixtina salió humo negro, señal inequívoca de que ningún candidato alcanzó los 89 votos necesarios para ser proclamado pontífice.

La votación, que duró poco más de dos horas, se realizó tras el inicio del aislamiento de los 133 cardenales participantes, en un proceso que busca garantizar la transparencia y la unidad en la elección del sucesor de Francisco.

Este momento marca solo el comienzo de una serie de votaciones que podrían extenderse en los próximos días. Históricamente, el proceso puede durar varias semanas, dependiendo de la cantidad de rondas y de la voluntad de los cardenales de llegar a un acuerdo.

La tradición indica que, si en las próximas votaciones continúa saliendo humo negro, la búsqueda del nuevo papa podría prolongarse aún más. La siguiente serie de votaciones está programada para comenzar el jueves 8 de mayo, con dos en la mañana y dos en la tarde, según los horarios de Chile Continental, que corresponden aproximadamente a las 04:30 y 06:00 horas en nuestro país, y en la tarde a las 11:30 y 13:00 horas.

Es importante recordar que en 2013, la elección de Jorge Mario Bergoglio, actual papa Francisco, fue anunciada cerca de las 15:00 horas de Chile, tras varias jornadas de votaciones y humo blanco.

La comunidad católica y el mundo observan con atención cada movimiento en el cónclave, esperando que en alguna de las próximas rondas surja un acuerdo y se produzca la famosa fumata blanca que anunciará la elección del nuevo pontífice.

Por el momento, se sabe que el cardenal francés Dominique François Joseph Mamberti, quien ocupa el cargo de protodiácono, será el encargado de comunicar al mundo la decisión del cónclave cuando se alcance un consenso y se produzca la fumata blanca.

La expectativa crece con cada votación, y todos los ojos están puestos en los próximos días para conocer quién será finalmente el cardenal que diga "Habemus papam" y dé inicio a un nuevo pontificado en la Iglesia Católica.