Un incidente en la Universidad de Hofstra genera debate tras la atención a una alumna que sufrió un paro cardíaco durante un examen, mientras sus compañeros continuaron con la evaluación.

Un hecho insólito y que ha generado gran controversia ocurrió en la Universidad de Hofstra, ubicada en Nueva York, donde supuestamente se vivió una situación que ha puesto en cuestionamiento los protocolos de atención en exámenes académicos.

Durante la realización del examen de abogacía, conocido como el Bar Exam, una alumna supuestamente sufrió un paro cardíaco, lo que llevó a que fuera asistida por personal médico en medio de la prueba.

Sin embargo, lo que ha causado mayor revuelo es que, presuntamente, sus compañeros continuaron respondiendo el examen sin que la evaluación se detuviera, mientras la estudiante era atendida fuera del aula.

Según la información difundida por la propia universidad, la alumna habría experimentado un colapso al regresar de la pausa para el almuerzo, en el momento justo en que el examen estaba por finalizar, con apenas unos minutos restantes.

Supuestamente, los servicios de emergencia acudieron rápidamente y proporcionaron los primeros auxilios necesarios, hasta que llegaron los paramédicos que trasladaron a la estudiante a un hospital cercano.

La universidad afirmó que los profesionales de salud actuaron de forma inmediata y que la prueba continuó sin interrupciones, lo que ha sido duramente cuestionado por algunos estudiantes y observadores.

Los testigos presenciales que estaban en la sala de examen aseguran que la situación fue muy distinta. Según varios de ellos, en particular uno que prefirió mantenerse en el anonimato, la estudiante colapsó en el suelo y comenzó a emitir sonidos guturales, claramente en grave peligro.

“Fue un momento que se sintió como una eternidad; nadie reaccionó hasta que algunos compañeros pidieron ayuda”, relató el testigo, citado por medios como People.

Otros estudiantes añadieron que, en ningún momento, la prueba se detuvo y que debieron seguir respondiendo a las preguntas como si nada ocurriera.

Uno de los alumnos afirmó: “Entiendo que los exámenes tienen protocolos estrictos, pero esto fue muy duro. Ver a una compañera en esas condiciones y que la prueba siguiera adelante nos hizo sentir muy mal”. Otro estudiante expresó que “era una situación que podría haber sido fatal, y que, en cambio, la espera para brindar ayuda fue muy larga”. La percepción general es que la atención a la alumna no fue la adecuada, y que la continuidad del examen en esas circunstancias fue poco ética.

La Junta Examinadora de Nueva York emitió un comunicado en el que indicó que el examen finalizó mientras se estaban brindando los primeros auxilios a la estudiante.

Según su versión, “una vez concluida la prueba, los examinadores recogieron los exámenes y desalojaron a los estudiantes de la sala para facilitar la atención médica”.

Además, expresaron su deseo de una pronta recuperación para la estudiante, quien supuestamente lleva hospitalizada desde el pasado viernes. Presuntamente, la universidad y las autoridades sanitarias están investigando el caso para determinar si se cumplieron todos los protocolos adecuados en una situación tan grave.

Este incidente ha abierto un intenso debate sobre la responsabilidad de las instituciones educativas en la protección de la salud de sus estudiantes durante evaluaciones oficiales.

Supuestamente, en otras ocasiones, en universidades de Estados Unidos, se han implementado protocolos que permiten detener inmediatamente los exámenes en casos de emergencias médicas, pero en esta ocasión, la percepción general indica que no fue así.

La situación sigue siendo objeto de discusión, y la comunidad académica se pregunta si se deben revisar las políticas para garantizar una atención más humanitaria y eficiente en casos de crisis como este.