Un fuerte sismo en la región de Mármara deja varios heridos y colapsos en edificios, mientras las autoridades activan protocolos de emergencia.

Este domingo, la región de Mármara, en el noroeste de Turquía, fue sacudida por un potente temblor de magnitud 6,1 en la escala de Richter, supuestamente uno de los movimientos sísmicos más fuertes en la zona en los últimos años.

El epicentro se ubicó en el distrito de Sindirgi, en la provincia de Balikesir, a una profundidad de aproximadamente 11 kilómetros, según información proporcionada por la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias turca (AFAD).

El sismo ocurrió a las 19:53 hora local (16:53 GMT) y fue sentido en un amplio radio que incluía grandes ciudades como Estambul, Bursa y Kocaeli. La intensidad del movimiento provocó múltiples daños, entre ellos al menos diez edificios colapsados y varias réplicas de magnitud superior a 4. La población, alarmada por la magnitud del sismo, salió a las calles en muchas zonas, generando escenas de pánico en distintas ciudades.

El alcalde de Sindirgi, Serkan Sak, informó a los medios que en su distrito se derrumbaron diez edificios y que lograron rescatar a cuatro personas atrapadas en uno de ellos, mientras que todavía intentan llegar a otras dos.

Además, detalló que una farmacia ubicada debajo de uno de los edificios afectados quedó completamente destruida. Supuestamente, en diversos barrios también se reportaron derrumbes y daños estructurales, aunque aún no hay un balance completo de las afectaciones.

Las autoridades turcas activaron de inmediato los protocolos de emergencia, desplegando equipos especializados en la zona para evaluar los daños y rescatar a posibles víctimas.

El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, afirmó en redes sociales que se estaban realizando estudios de campo y que estaban monitoreando la situación continuamente.

Supuestamente, también se llevaron a cabo inspecciones en Estambul, donde, según informes preliminares, la ciudad no habría sufrido daños graves, aunque se mantienen en alerta y realizando pruebas de detección en diferentes áreas.

Este fuerte sismo en la región de Mármara remite a la historia sísmica de Turquía, un país que se encuentra en una de las zonas más activas geológicamente del mundo.

Por ejemplo, en agosto de 1999, la misma región fue devastada por un terremoto de magnitud 7,5 que causó la muerte de aproximadamente 19.000 personas y dejó heridas a otras 50.000. La capital de ese entonces, Estambul, sufrió daños significativos y la tragedia marcó un antes y un después en las políticas de gestión de riesgos sísmicos en Turquía.

Supuestamente, los expertos advierten que, dada la actividad tectónica en la región, es probable que ocurran más réplicas en las próximas horas o días.

La población es aconsejada a mantenerse alejada de edificios en riesgo y a seguir las recomendaciones de las autoridades. La AFAD y otros organismos de protección civil continúan trabajando para garantizar la seguridad de los residentes y evaluar los daños causados por este movimiento sísmico, que ha recordado la vulnerabilidad de la región ante eventos naturales de gran escala.

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