El jefe de operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, teniente general Fanil Sarvárov, murió este lunes tras la explosión de un artefacto explosivo ubicado en los bajos de un automóvil estacionado en un área de aparcamiento, al sur de Moscú, según el Comité de Instrucción (CIR).

El organismo afirmó que la investigación inicial indica que el artefacto fue activado durante el momento en que el vehículo quedó inmovilizado.\nSegún la portavoz Svetlana Petrenko, se abrió una causa por asesinato y tráfico ilegal de sustancias explosivas y ya se enviaron equipos a la escena para reunir pruebas, revisar cámaras de seguridad y realizar peritajes forenses.\nLa explosión dejó al general sin vida y provocó daños en varios vehículos vecinos; el lugar está siendo objeto de análisis por parte de criminalistas y técnicos.\nSarvárov, nacido en 1969, era egresado de la Academia Superior de Tanques de Kazán y de la Academia Militar del Estado Mayor. Se le reconoce por una trayectoria que incluyó misiones en Chechenia y Siria y por ocupar cargos de dirección en las operaciones militares.\nEl hecho llega apenas en un momento en que Rusia intensifica sus operaciones en Ucrania y eleva la presión en la seguridad de los mandos.\nLas autoridades señalan que se han barajado distintas hipótesis; la versión principal que se maneja es que podría haber una intervención de servicios de inteligencia ucranianos, presuntamente.\nAdemás, Kommersant citó que la detonación podría haber sido provocada por una mina magnética adherida al coche, versión que no ha sido confirmada de forma independiente; supuestamente, varias fuentes de Telegram difundieron versiones contradictorias sobre el recorrido del vehículo tras la explosión.\nLa agencia editorial difundió imágenes del coche dañado y confirmó que se realizan peritajes para establecer la secuencia de los hechos.\nEste atentado en Moscú aumenta la sensación de vulnerabilidad entre las élites militares y podría influir en la planificación de la seguridad interna y la protección de mandos de alto rango.\nEn el marco histórico, Moscú ha endurecido la protección de figuras militares de alto nivel desde el inicio de la operación en Ucrania, y existen antecedentes de ataques que, según Ucrania, fueron reivindicados por grupos afines o por adversarios estratégicos.\nEl caso también reaviva preguntas sobre la capacidad de Rusia para proteger a sus líderes y sobre las líneas de investigación que podrían revelar si se trata de una acción aislada o parte de una campaña de presión o retaliación.

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