El pontífice supuestamente denuncia las contradicciones en la postura de quienes se declaran provida, generando polémica en la Iglesia estadounidense.
El Papa León XIV, quien es originario de Chicago y ocupa actualmente el pontificado, ha dado un giro importante en el debate sobre el aborto en Estados Unidos.
La Iglesia católica en ese país se encuentra en medio de una controversia que ha dividido a sus fieles y jerarcas, y la intervención del pontífice ha añadido más leña al fuego.
Supuestamente, esta es la primera vez que León XIV se pronuncia directamente sobre un asunto tan delicado y polémico en la historia reciente de la Iglesia en Estados Unidos.
El foco de la polémica se centró en la propuesta del cardenal de Chicago, Blase Cupich, quien sugirió otorgar un reconocimiento a Dick Durbin, senador demócrata de Illinois, por su trabajo en favor de los migrantes.
La iniciativa generó rechazo entre los obispos conservadores, que consideran que el apoyo del senador al derecho al aborto lo hace incompatible con los valores pro-vida que la Iglesia promueve.
La propuesta fue rápidamente criticada en diferentes sectores eclesiásticos, y supuestamente, la misma comunidad católica estadounidense se encuentra dividida en torno a este tema.
Frente a esta situación, León XIV solicitó respeto mutuo entre las distintas posturas, pero también hizo una declaración que ha sido interpretada como una crítica a quienes consideran que la defensa de la vida debe ser selectiva.
En sus palabras, el pontífice afirmó que la enseñanza de la Iglesia católica abarca una ética integral y que no puede ser segmentada para ajustarse a intereses particulares.
"Quien afirma estar en contra del aborto pero apoya la pena de muerte, no es verdaderamente provida", expresó León XIV en una de sus intervenciones públicas.
Además, añadió que "quien dice estar en contra del aborto pero permite el trato inhumano a los inmigrantes en Estados Unidos, quizás no entiende realmente qué significa ser provida".
Estas declaraciones, que se produjeron horas antes de que el cardenal Cupich anunciara que el senador Durbin rechazaba el reconocimiento, han sido interpretadas como una llamada a la coherencia en los valores que la Iglesia defiende.
Desde el punto de vista histórico, la postura de la Iglesia en temas éticos y morales siempre ha sido un referente en la lucha por los derechos humanos y la dignidad de la vida.
La misma pena de muerte, que en diversas épocas fue aceptada por diferentes culturas, se considera actualmente inadmisible en la visión católica bajo el pontificado de León XIV y su predecesor, el Papa Francisco.
La Iglesia también ha sido un fuerte defensor de los derechos de los migrantes, citando constantemente el mandato bíblico de acoger al extranjero.
Supuestamente, la controversia en EE.UU. refleja una tensión interna en la Iglesia, donde diferentes sectores interpretan la doctrina y los valores de manera diversa. León XIV no especificó en qué detalles concretos se basa respecto a la trayectoria del senador Durbin, pero sí subrayó que la coherencia en la defensa de la vida y los derechos humanos debe ser un principio universal.
Respondiendo a una agencia de noticias en inglés, el pontífice afirmó que la enseñanza católica aborda múltiples temas éticos, todos ellos ligados a la dignidad de la persona y la justicia social.
En conclusión, la intervención del Papa León XIV ha abierto un debate que va más allá de la simple polémica sobre el reconocimiento a un político.
Supuestamente, su llamado a la coherencia y al respeto en el movimiento provida busca fortalecer la unidad en una Iglesia que históricamente ha abogado por la protección de los más vulnerables.
La controversia continúa en Estados Unidos, pero las palabras del pontífice dejan claro que la ética cristiana no puede ser parcial ni selectiva, sino que debe ser un reflejo de una visión integral del valor de la vida humana.