Un perro de rescate que fue homenajeado por su valentía ha sido asesinado mediante un cebo con salchicha rellena de clavos, desatando una ola de rechazo en Italia y poniendo en jaque a las autoridades locales.

Bruno, un perro de rescate de raza belga y con siete años de edad, fue un héroe reconocido en Italia por su valiosa labor en decenas de misiones de búsqueda y rescate.

El can había salvado a nueve personas, incluyendo ancianos con Alzheimer y niños con discapacidades, y fue galardonado en varias ocasiones, incluso recibiendo un premio otorgado personalmente por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Supuestamente, la historia de Bruno empezó hace varios años, cuando fue entrenado para detectar personas desaparecidas en situaciones de desastre, colaborando estrechamente con la Protección Civil y otras unidades de emergencia.

La labor de estos perros entrenados ha sido fundamental en Italia, especialmente en regiones afectadas por terremotos y avalanchas, donde han sido considerados verdaderos héroes nacionales.

El pasado viernes, en un centro de adiestramiento de la unidad cinófila Endas, ubicado en las afueras de Tarento, Bruno fue encontrado sin vida en un charco de sangre.

La causa de su muerte: presuntamente, un cebo compuesto por una salchicha rellena de clavos, una trampa mortal que resulta en un acto de crueldad extremo.

La noticia ha conmocionado a la comunidad italiana y ha provocado una ola de indignación en las redes sociales.

La muerte de Bruno ha reavivado el debate sobre la protección y bienestar de los animales en Italia, un país con una larga historia de amor por los perros y otros animales domésticos.

En la antigüedad, los perros eran considerados símbolos de protección y lealtad en la cultura romana, y en la actualidad, la legislación italiana contempla sanciones severas para quienes cometen actos de crueldad con animales.

Sin embargo, presuntamente, en este caso, el acto fue premeditado y con fines de daño.

Las autoridades judiciales de Tarento ya han iniciado una investigación formal por la muerte del perro, acusando a los responsables de crueldad agravada y premeditación.

Se están revisando las cámaras de seguridad del centro de adiestramiento y recabando testimonios para identificar y localizar al autor de este acto atroz.

La policía también ha recibido amenazas y denuncias anónimas que podrían estar relacionadas con traficantes de animales y grupos ilegales que operan en la región.

Supuestamente, el dueño de Bruno, Arcangelo Caressa, director técnico nacional y jefe de rescate veterinario, denunció que el objetivo real no era Bruno, sino él mismo.

Caressa afirmó haber recibido amenazas en las últimas semanas por denunciar públicamente casos de malos tratos, tráfico ilegal de animales y peleas clandestinas.

Según su relato, estas amenazas estarían vinculadas a una venganza por sus labores en la protección animal y la denuncia de actividades ilegales.

Caressa, quien también es formador de unidades caninas antidrogas y antidisturbios, aseguró que sabe quién es el responsable y que se trata de una represalia.