Un nuevo ataque del ejército israelí en Gaza deja al menos diez muertos en una escuela que alojaba refugiados, en medio de una escalada de violencia que preocupa a la comunidad internacional.
En la madrugada del viernes, se reportó un ataque del ejército israelí en la zona norte de Gaza, específicamente en Yabalia, donde al menos diez personas perdieron la vida durante un bombardeo dirigido contra la escuela Halima al Sadia.
Este centro educativo, que en realidad funcionaba como refugio para miles de desplazados, fue alcanzado en medio de un incremento en la violencia que ha generado alarma internacional.
Supuestamente, el ataque ocurrió entre la medianoche del jueves y el viernes, en un momento en que la región ya vivía una situación de alta tensión.
Las imágenes difundidas por medios como Quds, vinculados a Hamás, y periodistas independientes en Gaza muestran cuerpos cubiertos con mantas, entre ellos un niño, en medio de un escenario de destrucción y caos.
La agencia oficial de noticias palestina, Wafa, confirmó la cifra de víctimas, aunque las autoridades israelíes aún no han emitido un comunicado oficial sobre el incidente.
Las escuelas en Gaza que aún permanecen en pie, muchas de ellas convertidas en refugios, están siendo objeto de ataques en medio de la escalada bélica.
Según datos de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), aproximadamente el 90 % de los 2,1 millones de habitantes de Gaza se encuentran desplazados y buscan refugio en estos centros o en zonas abiertas.
La situación humanitaria se ha agravado a medida que las operaciones militares continúan, dejando a muchas familias sin un lugar seguro donde refugiarse.
Las grabaciones realizadas en el lugar del ataque muestran a los equipos de emergencia trabajando en medio de la noche, recogiendo heridos y cadáveres mientras una multitud de civiles observa y ayuda a cargar las camillas en ambulancias.
La Oficina de la ONU para los Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que, entre el 1 y el 8 de julio, al menos siete escuelas que alojaban desplazados fueron atacadas, causando la muerte de 42 personas.
Estos ataques se han producido en un contexto en el que muchos gazatíes, sin alternativa, regresan a estos refugios dañados en busca de protección.
El 85 % del territorio de Gaza está en este momento bajo órdenes de evacuación o convertido en una zona militarizada, según la misma fuente. La tensión ha llevado a que la población busque refugio en las playas del sur, en Mawasi, donde aproximadamente 425,000 personas permanecen en condiciones precarias, o en áreas urbanas como la Ciudad de Gaza, que alberga cerca de un millón de desplazados.
Desde que Israel inició su ofensiva contra Gaza el 7 de octubre de 2023, en respuesta al ataque de Hamás en el que murieron unas 1,200 personas, las cifras oficiales indican que cerca de 57,800 gazatíes han perdido la vida.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia y el impacto humanitario que está dejando en la población civil, en un conflicto que ya dura más de cinco meses y que amenaza con intensificarse aún más si no se logran vías de diálogo y cese de hostilidades.
Supuestamente, la tensión en la región se ha incrementado en los últimos días, con reportes de nuevos ataques y desplazamientos masivos, en un escenario que recuerda las peores fases de conflictos anteriores en la zona.
La comunidad internacional continúa buscando maneras de mediar y reducir la violencia, aunque la situación en Gaza sigue siendo una de las más complejas y trágicas del Medio Oriente en la actualidad.