Las fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo un operativo en aguas internacionales cerca de Venezuela, eliminando a cuatro presuntos narcotraficantes y acusándolos de ser 'narcoterroristas'. La acción se suma a una serie de ataques en la región en el contexto de la lucha contra el narcotráfico.
En una operación militar que ha generado controversia a nivel internacional, Estados Unidos realizó este viernes un nuevo ataque en aguas internacionales frente a la costa de Venezuela.
La acción, ordenada por el presidente estadounidense Donald Trump, tuvo como objetivo una embarcación considerada por las autoridades como vinculada a organizaciones terroristas y dedicada al narcotráfico.
Según informó el secretario de Guerra, Pete Hegseth, en la red social X, supuestamente cuatro individuos a bordo del buque murieron en el enfrentamiento y ninguno de los militares estadounidenses resultó herido durante la operación.
La operación se llevó a cabo en un contexto donde Estados Unidos ha intensificado sus acciones militares en la región del Caribe, justificándolas como parte de su campaña contra el narcotráfico y las organizaciones terroristas que supuestamente utilizan rutas marítimas para traficar drogas hacia Estados Unidos y otros países.
Hegseth afirmó que el ataque se realizó en aguas internacionales frente a las costas venezolanas, donde la embarcación transportaba cantidades sustanciales de drogas destinadas a envenenar a la población estadounidense.
La declaración oficial indica que estos ataques continuarán hasta que cesen las actividades ilícitas.
Supuestamente, esta operación forma parte de una serie de acciones similares que Estados Unidos ha llevado a cabo desde septiembre pasado, con al menos cuatro ataques en la región del Caribe, tres de ellos cerca de Venezuela y otro próximo a República Dominicana.
El despliegue militar estadounidense en estas zonas ha sido duramente criticado por el gobierno de Nicolás Maduro, que lo califica como una amenaza y una posible preparación para un ataque directo contra Venezuela.
El gobierno venezolano ha denunciado que estas operaciones violan la soberanía del país y que presuntamente son una excusa para justificar una intervención militar mayor.
Por su parte, en una notificación enviada al Congreso, el presidente Trump declaró que Estados Unidos está en un 'conflicto armado' con los carteles del narcotráfico, lo que legalmente justificaría estas acciones militares en la región.
Este tipo de operaciones no son nuevas. Desde hace décadas, Estados Unidos ha llevado a cabo campañas militares en el Caribe y en las costas latinoamericanas, con el pretexto de combatir el narcotráfico, pero supuestamente también con intereses geopolíticos en la región.
La historia de estas intervenciones se remonta a la llamada 'Guerra contra las Drogas' iniciada en los años 70, que ha sido criticada por su impacto en las soberanías nacionales y por las violaciones a los derechos humanos.
El caso específico de esta última operación refleja la creciente tensión en la región y la escalada en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, también ha generado preocupaciones sobre las posibles consecuencias de estas acciones, incluyendo un aumento en la tensión diplomática y el riesgo de una escalada militar no deseada.
Mientras tanto, las autoridades venezolanas siguen denunciando que estas acciones son una forma de presión y que, supuestamente, podrían ser preludio a una intervención más amplia.
En cifras, se estima que Estados Unidos gasta miles de millones de euros anualmente en operaciones militares y de inteligencia para luchar contra el narcotráfico en el Caribe y América Latina.
Aunque estas cifras varían según las fuentes, se habla de millones de euros destinados a operaciones, vigilancia y despliegue de fuerzas en la región, en un esfuerzo por controlar rutas que, supuestamente, alimentan el consumo en Estados Unidos y otros países.
Este escenario, además, se enmarca en un contexto geopolítico donde Estados Unidos busca reafirmar su influencia en la región ante el avance de otras potencias como China y Rusia, que también incrementan su presencia en América Latina.
La lucha contra el narcotráfico, por tanto, no solo es una cuestión de seguridad, sino también de estrategia internacional y control de recursos y rutas de poder en la zona.