Una mujer enfrenta cargos por envenenar a tres personas durante una comida en Leongatha, Australia, en 2023, con hongos tóxicos en un caso que ha conmocionado al país.
Un tribunal en Australia comenzó este miércoles el proceso judicial contra Erin Patterson, una mujer de 50 años acusada de envenenar a tres personas durante una comida familiar en julio de 2023.
El juicio, que se lleva a cabo en la ciudad de Morwell, en el estado de Victoria, tiene una duración prevista de aproximadamente seis semanas y se centra en la acusación de delitos graves, incluyendo tres cargos de asesinato y uno de tentativa de asesinato.
El caso ha generado gran expectativa en la opinión pública australiana, especialmente por la naturaleza del envenenamiento y la posible intencionalidad detrás del mismo.
La fiscal del caso, Nanette Rogers, argumentó en la primera audiencia que Patterson no habría consumido las setas venenosas que sirvió en el plato, aunque compartió la comida con las víctimas, y que además fingió problemas de salud para evadir sospechas tras enfermarse.
El incidente ocurrió en la localidad rural de Leongatha, ubicada a unos 135 kilómetros al sureste de Melbourne y a unos 60 kilómetros del tribunal.
La acusada sirvió a sus exsuegros, Gail y Don Patterson, ambos de 70 años, así como a Heather Wilkinson, de 66, y al pastor Ian Wilkinson, un almuerzo que consistió en pequeños Wellington con carne y hongos envueltos en hojaldre, acompañado de puré de patatas y judías verdes.
Poco después de la comida, las cuatro personas comenzaron a sentir síntomas graves.
Entre el 4 y el 5 de agosto, los tres adultos fallecieron tras complicaciones derivadas de su intoxicación, mientras que Ian Wilkinson logró sobrevivir tras varias semanas en el hospital.
La policía abrió una investigación y arrestó a Patterson en noviembre de 2023, tras detectar indicios de intoxicación alimentaria y determinar que la causa probable fue la ingestión de hongos peligrosos, específicamente de la especie conocida como Amanita phalloides, también llamada oronja verde, uno de los hongos más letales del mundo.
Según la fiscal, Patterson afirmó en su declaración que no había ingerido las setas venenosas, a pesar de haber compartido la comida con las víctimas, y que incluso fingió problemas de salud en un hospital después de la comida para parecer inocente.
Además, se reveló que la acusada había reunido a los invitados para contarles que padecía cáncer, una enfermedad que posteriormente no fue confirmada por los médicos.
El abogado defensor, Colin Mandy, sostuvo que el envenenamiento fue una tragedia y un accidente, reconociendo que Patterson recolectó hongos tóxicos en el campo, pero negó que su intención fuera causar daño deliberadamente.
En su alegato, afirmó que su cliente es inocente y que las acusaciones no tienen pruebas concluyentes que demuestren su culpabilidad.
Cabe destacar que antes de la apertura formal del juicio, la fiscalía retiró otros tres cargos contra Patterson relacionados con intentos previos de envenenamiento a su exmarido, Simon Patterson, quien no acudió a la comida y, por tanto, no fue incluido en el proceso actual.
Este caso ha reavivado el debate sobre la peligrosidad de los hongos silvestres y la importancia de la precaución al recolectarlos. La Amanita phalloides, responsable de la intoxicación, contiene toxinas que afectan gravemente a los órganos vitales, especialmente el hígado y los riñones, y puede ser mortal si no se trata a tiempo.
La tragedia en Leongatha ha recordado a la comunidad la necesidad de extremar las precauciones y de la importancia de la justicia en casos donde la vida y la muerte están en juego.