El gobierno israelí desestima una declaración conjunta de 25 países y la Unión Europea que pide el fin de la guerra en Gaza, señalando a Hamás como responsable de la continuación del conflicto y de la crisis humanitaria.

En un giro reciente de los acontecimientos en medio del conflicto en Gaza, Israel ha rechazado categóricamente la declaración conjunta emitida este lunes por los ministros de Exteriores de 25 países miembros de la comunidad internacional, así como por una comisaria de la Unión Europea.

La declaración, que instaba a un cese inmediato de las hostilidades y a la apertura de corredores humanitarios para suministrar alimentos y medicinas a la población palestina, fue desestimada por el gobierno israelí, que supuestamente argumentó que dichas declaraciones solo sirven para favorecer a Hamás, el grupo islamista que controla Gaza y que, según Israel, es responsable de los ataques que han prolongado la guerra.

El Ministerio de Exteriores de Israel afirmó en un comunicado oficial que 'todas las declaraciones y afirmaciones deben dirigirse a la única parte responsable de la falta de un acuerdo para la liberación de rehenes y un alto el fuego: Hamás, que inició esta guerra y la está prolongando'.

Esta postura refuerza la narrativa de Israel, que presuntamente considera que las acciones de Hamás son las que mantienen el conflicto activo y dificultan cualquier proceso de paz.

Por su parte, Israel mantiene que existe una 'propuesta concreta para un acuerdo de alto el fuego' que, según presuntamente declaraciones oficiales, ha sido 'repetidamente' aceptada por Israel, pero no por Hamás.

La propuesta, que supuestamente no contempla un fin definitivo de la ofensiva ni la retirada de las tropas de Gaza, sería una medida provisional para reducir la violencia y facilitar la entrada de ayuda humanitaria.

Sin embargo, en medio de las negociaciones en curso, el gobierno israelí instó a la comunidad internacional a evitar declaraciones que puedan complicar aún más la situación.

En la petición firmada por los ministros de Exteriores de países como España, Bélgica, Canadá, Reino Unido y Francia, entre otros, se solicita a Israel que detenga su ofensiva bélica y que cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario.

La comunidad internacional ha expresado su preocupación respecto a la situación humanitaria en Gaza, especialmente en relación con la distribución de ayuda alimentaria.

Supuestamente, el modelo actual de entrega de alimentos en Gaza, que consiste en distribuir cajas mediante puntos de entrega controlados por fuerzas militares y mercenarios en zonas valladas, ha sido calificado como 'peligroso' y 'ineficaz' por varios países.

La crítica principal apunta a que este método limita la asistencia a miles de civiles que intentan satisfacer sus necesidades básicas en un contexto de creciente hambruna.

Organizaciones internacionales han denunciado que más de 800 palestinos han muerto en estos últimos días en incidentes relacionados con la distribución de ayuda.

La cifra de víctimas, que supuestamente incluye numerosos niños y civiles indefensos, supera el millar de personas, según datos del Ministerio de Sanidad de Gaza.

Ayer, Israel supuestamente mató a más de 90 personas que esperaban la llegada de camiones con ayuda de la ONU en el norte de Gaza, en un acto que ha sido condenado internacionalmente.

Por otro lado, los representantes de estos 25 países también manifestaron su rechazo al plan del gobierno israelí de trasladar a 2,1 millones de palestinos a la ciudad de Rafah, en Egipto.

La comunidad internacional considera que el desplazamiento forzoso de la población es una violación del derecho internacional humanitario y una medida que podría agravar aún más la crisis humanitaria en Gaza.

Cabe recordar que, en los últimos 22 meses, casi toda la población de Gaza ha sido desplazada en varias ocasiones, a medida que Israel ha llevado a cabo operaciones militares que han destruido ciudades, viviendas, hospitales y centros educativos.

Se estima que unas 60.000 personas han perdido la vida en estos enfrentamientos, y la mayoría de los gazatíes se encuentran hacinados en campamentos improvisados, en un territorio que equivale a cerca del 12 % del enclave total.

En este contexto, la comunidad internacional sigue presionando para que se logre una solución que permita detener la violencia, aliviar la crisis humanitaria y abrir caminos hacia una posible paz duradera, aunque las posturas de las partes involucradas parecen mantenerse alejadas de un acuerdo en el corto plazo.