El congresista Julio César Triana, del partido Cambio Radical, fue víctima de un ataque con armas de fuego en una carretera del Huila, supuestamente sin resultar herido. El incidente refleja la creciente inseguridad en varias regiones del país y la complejidad del panorama político colombiano.

El pasado miércoles, el diputado colombiano Julio César Triana, representante del partido de derecha Cambio Radical, denunció públicamente haber sido víctima de un ataque a tiros mientras transitaba por una vía del departamento del Huila, en el sur del país.

Según las declaraciones del propio congresista, en un video compartido en sus redes sociales, los disparos provinieron de fusiles y pistolas y ocurrieron en las cercanías del municipio de La Plata, en una ruta que supuestamente se encontraba desierta en ese momento.

En las imágenes, Triana mostró al menos tres impactos de bala en los vidrios delantero y trasero de la camioneta en la que viajaba con otras cinco personas, quienes supuestamente salieron ilesas del incidente.

A pesar de la peligrosidad del ataque, el congresista afirmó que tanto él como su equipo lograron salir sin heridas graves. En su mensaje, expresó su preocupación por la falta de apoyo inmediato, señalando que todavía no había recibido ayuda del Ejército, y que estaban en camino hacia Paicol, una localidad cercana.

Supuestamente, la zona en la que ocurrió el ataque está controlada por disidencias de las antiguas FARC, además de grupos del ELN y organizaciones delictivas comunes, lo cual complica la situación de seguridad en esa región.

Triana también solicitó la intervención de las fuerzas de seguridad para garantizar su protección y la de su equipo.

En un mensaje posterior en X (antes Twitter), el diputado agradeció la protección divina y destacó que, pese a los impactos de bala, él y su equipo estaban ilesos.

La comunidad local y las autoridades han manifestado su preocupación por el incremento de episodios violentos en esa área, que ha sido escenario de distintas confrontaciones armadas en los últimos años.

El partido Cambio Radical condenó enérgicamente el atentado y lamentó que hechos similares hayan cobrado la vida de otros líderes políticos en el país, como el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe, quien fue asesinado en agosto de 2025 en Bogotá tras recibir múltiples disparos durante un acto de campaña.

Este trágico suceso reavivó el debate sobre la inseguridad en Colombia y la necesidad de fortalecer las acciones contra la violencia.

Supuestamente, Uribe Turbay, del partido de derecha Centro Democrático, falleció en la madrugada del lunes, dos meses después del atentado contra Uribe, en un contexto en el que la violencia política y la presencia de grupos armados ilegales siguen siendo una problemática latente.

La historia de Colombia en las décadas de los 80 y 90 estuvo marcada por una ola de asesinatos de candidatos y figuras públicas, en un intento de los grupos ilegales de sembrar miedo y manipular la política.

El incidente ocurrido en el Huila refleja la persistente inseguridad que enfrentan muchos ciudadanos y líderes en Colombia, en un año electoral que promete ser especialmente convulso.

La comunidad internacional observa con preocupación cómo la violencia continúa afectando la estabilidad y la democracia en el país.

Supuestamente, este ataque se produce en un momento en que las autoridades colombianas han incrementado las operaciones contra grupos armados, aunque todavía no hay claridad sobre los responsables del atentado.

La situación en el Huila, una región con antecedentes de conflictos armados y presencia de organizaciones ilegales, sigue siendo una fuente de inquietud para las autoridades y la población civil.

La esperanza es que, con mayor presencia policial y acciones coordinadas, se pueda garantizar la seguridad de los líderes y ciudadanos en esa zona y en todo el país.