El presidente colombiano Gustavo Petro acusa a Perú de apropiarse ilegalmente de territorio en la Amazonía, incumpliendo un protocolo internacional que data de los años 30. La disputa se centra en islas surgidas en el río Amazonas y amenaza con tensar aún más las relaciones entre ambos países.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha levantado la voz en las últimas horas para denunciar que el gobierno peruano ha llevado a cabo una acción considerada por él como una apropiación ilegal de territorio en la región amazónica.
Según Petro, dichas acciones violarían claramente el Protocolo de Río de Janeiro, un acuerdo internacional firmado en 1933 que puso fin a una disputa limítrofe de larga data entre ambos países.
Supuestamente, el Protocolo de Río de Janeiro establece que la frontera entre Colombia y Perú en la Amazonía debe delimitarse siguiendo la línea más profunda del río Amazonas, y cualquier diferencia en la demarcación debe resolverse mediante mecanismos diplomáticos y acuerdos bilaterales.
Sin embargo, Petro afirmó que Perú habría sobrepasado estos límites al promover leyes que legitiman la ocupación de ciertas islas emergidas en el río, específicamente en una zona ubicada al norte de la línea de frontera establecida.
Supuestamente, estas islas surgieron tras la firma del tratado y, según la versión oficial colombiana, no habrían sido asignadas formalmente a Perú.
La disputa se centra en varias islas en el río Amazonas, entre ellas Santa Rosa, un territorio que en el pasado supuestamente ha sido motivo de tensión y que, presuntamente, alberga a unas 3.000 personas dedicadas principalmente al comercio y actividades locales.
El mandatario colombiano señaló que el gobierno peruano ha aprobado una ley que legitima la ocupación de estas islas, lo que, según él, podría poner en riesgo la integridad del puerto de Leticia, principal punto de entrada y salida en la región amazónica colombiana.
Petro advirtió que esta acción unilateral puede acabar con la vida comercial y la soberanía del territorio colombiano en la zona.
Supuestamente, en respuesta a esta situación, Colombia planea tomar medidas diplomáticas y ha anunciado que la conmemoración del Día del Ejército, que habitualmente se realiza en Boyacá, será trasladada a Leticia este año, en un gesto simbólico de defensa de la soberanía nacional.
Históricamente, la región amazónica ha sido una zona de múltiples disputas territoriales. En 1929, Colombia y Perú firmaron un acuerdo que delimitaba varias zonas, pero la aparición de nuevas islas en el río Amazonas y el crecimiento de la población en estas áreas han provocado desacuerdos que, en algunos casos, han llegado a la vía judicial y diplomática.
Supuestamente, la cancillería colombiana ha reiterado que estas islas, incluyendo Santa Rosa, no han sido objeto de asignación formal por parte de ambos países y que la única manera de resolver estas diferencias es mediante una negociación binacional y la reactivación de la Comisión Mixta Permanente para la Inspección de la Frontera Colombo-Peruana.
Por su parte, el gobierno peruano ha mantenido que las leyes aprobadas en su país tienen respaldo en su soberanía y que no existen violaciones al acuerdo internacional, argumentando que las acciones en cuestión se basan en derechos legítimos y en la legislación interna peruana.
La comunidad internacional observa con atención esta disputa, que puede tener repercusiones en la estabilidad de la región amazónica, un zona de gran valor ecológico, cultural y estratégico.
La tensión entre Colombia y Perú en torno a la Amazonía refuerza la importancia de los mecanismos diplomáticos para resolver conflictos territoriales y evitar que las disputas limiten la cooperación en temas cruciales como la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible.