La Fiscalía colombiana detiene a Harold Daniel Barragán Ovalle, presuntamente implicado en la planificación del asesinato del senador y candidato presidencial, en un caso que ha estremecido al país y reavivado temores de violencia política.

La Fiscalía de Colombia anunció este sábado la detención en Bogotá de Harold Daniel Barragán Ovalle, presuntamente vinculado en la planificación del asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en la ciudad.

La noticia ha generado gran impacto en la opinión pública, ya que se trata de uno de los casos más sonados en la historia política reciente del país.

Supuestamente, Barragán es sospechoso de haber participado en la contratación del adolescente de 15 años que disparó contra el senador y que fue capturado en el lugar inmediatamente después del atentado.

Este menor fue condenado el pasado miércoles a siete años de privación de libertad en un centro especializado, la pena máxima contemplada en el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes en Colombia.

El mayor general Carlos Fernando Triana, director de la Policía Nacional, afirmó que Barragán, con más de diez años de historial criminal, habría estado implicado desde la planificación hasta la ejecución del ataque en el barrio Modelia.

La investigación, que lleva varios meses en marcha, ha logrado identificar hasta siete personas relacionadas con el crimen, y se espera que en las próximas horas Barragán sea presentado ante un juez para la legalización de su captura y la imputación de cargos.

El fiscal general, Luz Adriana Camargo, calificó el asesinato como un magnicidio y aseguró que las autoridades continúan investigando para determinar si existen otros responsables, incluyendo a posibles determinadores.

Supuestamente, se barajan las hipótesis que involucran a disidencias de las FARC, específicamente la organización conocida como Segunda Marquetalia, que se presume podría estar detrás del atentado.

Miguel Uribe Turbay, de 39 años, pertenecía al partido de derecha Centro Democrático y se perfilaba como uno de los favoritos para las próximas elecciones presidenciales, programadas para 2026.

Gravemente herido en el ataque, falleció el 11 de agosto tras permanecer más de dos meses en estado crítico en un hospital de Bogotá. La muerte del senador ha conmocionado al país y ha puesto en jaque la estabilidad política, reavivando viejos temores de violencia política que marcaron la historia de Colombia en los años 80 y 90.

Este asesinato representa el primer magnicidio de un aspirante presidencial en más de tres décadas en Colombia y ha provocado una fuerte reacción en la clase política y en la sociedad civil.

La historia del país está marcada por episodios violentos, como los asesinatos de Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro en los años 90, hechos que dejaron una profunda huella en la memoria colectiva y que ahora parecen repetirse en un contexto diferente pero igualmente inquietante.

Supuestamente, la captura de Barragán y otros implicados podría ser un paso decisivo para esclarecer el móvil y la autoría del crimen, además de servir como advertencia a quienes intentan atentar contra la estabilidad del país.

La investigación continúa abierta, y las autoridades han prometido que seguirán trabajando para garantizar la justicia y prevenir futuros atentados en el escenario político colombiano.

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