La policía en Río de Janeiro descubre que dos hermanos mantuvieron en su hogar el cadáver de su padre durante más de seis meses, tras presuntamente asesinarlo. Ambos fueron internados en unidades psiquiátricas debido a posibles trastornos mentales.

Un hallazgo impactante conmocionó a Río de Janeiro cuando las autoridades descubrieron que dos hermanos habían convivido durante más de medio año con el cuerpo sin vida de su padre, un hombre de 88 años, al parecer tras haber sido víctima de un homicidio.

La policía informó que ambos individuos fueron detenidos por ocultar el cadáver y por resistirse durante el arresto. Posteriormente, fueron trasladados a unidades psiquiátricas para su evaluación, ya que presentaban posibles trastornos psicológicos que requieren atención especializada.

Los identificados como Tania Marchese D'Ottavio y Marcelo Marchese D'Ottavio, quedaron bajo custodia policial y enfrentan cargos relacionados con el ocultamiento del cuerpo y el presunto asesinato de su progenitor.

La investigación indica que el cuerpo del anciano fue hallado en avanzado estado de descomposición el jueves 22 de mayo en una vivienda ubicada en un barrio residencial de Río de Janeiro.

Se estima que la muerte ocurrió aproximadamente en noviembre de 2023, según testimonios de vecinos y evidencias recogidas en la escena.

Los vecinos aseguraron que la última vez que vieron al señor de 88 años fue en noviembre del año pasado, y que en varias ocasiones escucharon discusiones frecuentes en la casa.

Una de las peleas reportadas fue particularmente tensa, en la que Marcelo habría exigido a su padre que entregara sus datos bancarios y tarjeta de crédito, a lo cual la víctima se habría resistido, generando una fuerte confrontación.

Estas disputas, según la policía, podrían estar relacionadas con motivos económicos, dado que el fallecido recibía beneficios sociales, incluyendo una pensión de jubilación y otras ayudas estatales.

El análisis de las finanzas del fallecido reveló que tenía en activo dos beneficios sociales, uno por su jubilación y otra por pensión, lo que alimenta la hipótesis de que los hermanos podrían haber tenido motivos económicos para cometer el homicidio.

La policía también indicó que los sospechosos podrían haber estado viviendo con el cadáver sin que nadie en la comunidad los notara, lo que evidencia un posible aislamiento social.

Tras su captura, la audiencia judicial de Tania y Marcelo se llevó a cabo el viernes 23 de mayo. Sin embargo, debido a su estado mental, ambos fueron internados en instituciones psiquiátricas, donde permanecen en evaluación y tratamiento. La comunidad y las autoridades continúan investigando para esclarecer todos los detalles de este macabro caso, que no solo revela un acto de violencia familiar, sino también la profunda problemática social y mental que puede presentarse en contextos de vulnerabilidad.

Este caso recuerda otros incidentes similares en Brasil, donde la combinación de problemas económicos, falta de apoyo social y trastornos mentales han llevado a tragedias familiares de gran escala.

La historia también pone en evidencia la importancia de la atención psicosocial y la detección temprana de conflictos familiares para prevenir que situaciones extremas lleguen a estos extremos.

La policía y las instituciones sociales llaman a la comunidad a estar alerta ante signos de violencia o deterioro mental en sus seres queridos, y a buscar ayuda profesional en caso de necesidad.