Este sábado, 18 millones de australianos participan en unas elecciones decisivas para el futuro político del país, enfrentando al gobierno laborista actual contra la oposición conservadora. Los resultados marcarán el rumbo de la nación en temas clave como el costo de vida y las relaciones internacionales.
Este sábado, aproximadamente 18 millones de ciudadanos en Australia acudieron a las urnas en unas elecciones federales que definirán el destino político del país en los próximos años.
La particularidad del sistema electoral australiano, que obliga a votar y cuenta con tres husos horarios diferentes, hace que los primeros en emitir su sufragio sean los residentes de la costa este, donde se encuentran las principales ciudades como Sídney y Melbourne.
Además del voto presencial, se suman millones de sufragios vía postal, incrementando la participación y la importancia de estos comicios.
En juego están los 150 escaños de la Cámara de Representantes, y la formación política que consiga al menos 76 bancas podrá formar gobierno. Desde 2022, el país está dirigido por un gobierno laborista liderado por el primer ministro Anthony Albanese, un político de centroizquierda de 62 años que ha centrado su campaña en temas como el alto costo de vida y las relaciones internacionales.
Albanese, que asumió el cargo en medio de una economía desafiante y una serie de desafíos sociales, prometió en su campaña que, si lograba mantenerse en el poder, sería su primera visita oficial al extranjero a Estados Unidos, con la intención de negociar la reducción de aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump.
Estas medidas arancelarias, que afectaron diversos sectores australianos, generaron inquietud en la economía local.
Por su parte, la oposición conservadora, liderada por Peter Dutton, un veterano político y ex policía, busca retomar el control del gobierno. La coalición Liberal-Nacional, que en sus inicios seguía las políticas del exmandatario estadounidense, ha tenido que ajustar su discurso tras la disminución en la aprobación de Trump.
Dutton, de 54 años, ha centrado su campaña en propuestas para reducir los costos de vida y fortalecer la economía nacional.
Históricamente, Australia ha tenido una tradición de alternancia en el poder, con gobiernos que han oscilado entre el centroizquierda y la derecha, reflejando la diversidad política y social del país.
En las últimas décadas, las elecciones han estado marcadas por debates sobre el cambio climático, la economía, y la política exterior, temas que también están presentes en esta contienda.
Estas elecciones, además, adquieren relevancia en un contexto global donde las relaciones internacionales y la economía mundial están en constante cambio.
La decisión de los australianos no solo impactará en su país, sino que también tendrá repercusiones en la región del Indo-Pacífico, un área de creciente importancia geopolítica.
La participación masiva y el intenso debate político muestran cómo los ciudadanos australianos están dispuestos a definir su futuro en una jornada crucial para la nación.