Un fatal choque entre un velero y una barcaza en Miami causa la muerte de dos niñas y conmueve a la comunidad, mientras familiares y autoridades exigen respuestas y justicia.

El pasado lunes 28 de julio, en las aguas de Miami, se registró un trágico incidente que ha conmovido a toda la comunidad local y ha puesto en evidencia la peligrosidad de las embarcaciones en la zona.

Según supuestamente informes preliminares, un velero perteneciente a un campamento juvenil, gestionado por la organización Miami Youth Sailing Foundation, fue impactado por una barcaza de mayor tamaño.

El accidente ocurrió en circunstancias aún no del todo esclarecidas, pero se presume que la colisión fue causada por errores de navegación o fallos en la comunicación entre las embarcaciones.

En el velero viajaban cuatro menores de edad, acompañadas por su tutora, una joven de 19 años, en una travesía que supuestamente buscaba ser una experiencia educativa y recreativa enmarcada en un programa de aprendizaje marítimo.

La tragedia dejó dos víctimas fatales: Mila Yankelevich, de 7 años, y Erin Ko Han, una joven chilena de 13 años. Ambas niñas perdieron la vida tras el impacto, y sus cuerpos fueron recuperados por las autoridades en las horas posteriores al accidente.

Supuestamente, los familiares de las víctimas están devastados. En particular, el padre de Erin, Pil Jye Ko, declaró a un medio local que aún no puede aceptar la pérdida de su hija. “Esperábamos que esto fuera solo un mal sueño, o que ocurriera un milagro... Que el hospital llamara y nos dijera que mi hija estaba viva y que estaba bien. Pero no, eso no sucedió”, expresó con lágrimas en los ojos. Ko también compartió que fue la primera vez que Erin subía a un velero, y que ella era una estudiante ejemplar, destacándose por su inteligencia y su dominio de varios idiomas, incluyendo español, inglés y coreano.

“Recuerdo que la despedimos con un ‘Nos vemos, papi y mami’, y ahora solo tengo que aceptar que nunca la volveré a ver”, añadió el padre, con un tono de profundo dolor y confusión.

La comunidad y las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer las causas exactas del accidente. La Guardia Costera, supuestamente, está realizando un examen toxicológico y análisis de las embarcaciones involucradas para determinar responsabilidades.

Por su parte, se dice que las autoridades portuarias y marítimas de Miami están revisando los protocolos de seguridad en las zonas de navegación, especialmente en áreas frecuentadas por embarcaciones recreativas y programas juveniles.

La tragedia también ha reavivado el debate sobre la seguridad en los deportes acuáticos y el control de las embarcaciones en las aguas de Florida, un estado que históricamente ha visto una gran cantidad de accidentes relacionados con actividades náuticas.

Supuestamente, la comunidad educativa del campamento y las familias de las víctimas exigen justicia y medidas que eviten que tragedias similares vuelvan a ocurrir.

La madre de Mila, otra de las niñas fallecidas, también expresó su profundo dolor y solicitó que se investiguen a fondo las circunstancias del accidente.

La historia de Erin y Mila se suma a la larga lista de tragedias marítimas en la región, donde supuestamente, la negligencia y la falta de controles adecuados muchas veces dejan consecuencias devastadoras.

Mientras tanto, las autoridades continúan trabajando para determinar las causas exactas y buscar responsables, en un esfuerzo por brindar justicia a las familias y prevenir futuros incidentes en las aguas de Miami.

La comunidad espera que este triste episodio sirva para reforzar las normativas de seguridad y proteger a quienes disfrutan de los deportes acuáticos en la zona.