El Ayuntamiento de La Coruña comenzó este lunes los trabajos para desensamblar la duna de arena instalada en la playa de Riazor, una estructura que sirvió como barrera natural durante los temporales invernales. La retirada se realiza en preparación para la próxima temporada de playa, que inicia en junio.
El municipio de La Coruña, en Galicia, ha iniciado este lunes 19 de mayo las labores para retirar la duna de arena instalada en la playa de Riazor. La estructura, que tiene una longitud de aproximadamente 360 metros, fue colocada en la segunda quincena de octubre del año pasado como medida de protección contra los embates de las tormentas invernales.
Gracias a esta barrera natural, el Paseo Marítimo y las areas cercanas lograron minimizar los daños causados por los temporales costeros durante los meses más duros del invierno.
La duna, que se levantó por primera vez en 1995 en respuesta a un fuerte temporal que dañó la antigua balaustrada del Paseo Marítimo, se convirtió en una medida efectiva para resguardar la infraestructura urbana frente a las inclemencias del tiempo.
Sin embargo, tras varios meses de protección, ya en febrero se realizaron trabajos de reconstrucción para reparar las zonas afectadas por las tres borrascas consecutivas que azotaron la región en esa temporada.
Ahora, con la llegada del buen tiempo y la proximidad de la temporada estival, las autoridades han decidido proceder a su retirada. Según informó la concejala de Medio Ambiente, Yoya Neira, el proceso será llevado a cabo con maquinaria pesada, como dos bulldozers y una retroexcavadora, que removerán miles de metros cúbicos de arena.
La operación no solo implica desmontar la duna, sino también preparar las instalaciones y servicios de las playas para su apertura al público.
“Retirar la duna es la tarea más importante para preparar la playa para el verano, pero no la única”, explicó Neira. La responsable añadió que, además del desmontaje, se procederá a desenterrar y limpiar las duchas y lavapiés distribuidos en las playas urbanas, comprobar su correcto funcionamiento, y montar las casetas de socorristas y los programas de educación ambiental, que son fundamentales para garantizar la seguridad y el adecuado disfrute del arenal.
Este proceso de preparación incluye también la revisión y reparación de las infraestructuras existentes, así como la instalación de nuevas señalizaciones y medidas de seguridad.
La expectativa del ayuntamiento es que, para el 15 de junio, las playas de Riazor estén listas para recibir a los bañistas, turistas y residentes que disfrutan de estos espacios durante los meses de verano.
La instalación de esta duna en 1995 fue un paso innovador en la gestión costera de La Coruña, un municipio con una larga historia de lucha contra la erosión y las inclemencias del mar.
La tradición de realizar barreras de arena y otros elementos de protección natural continúa siendo un tema de discusión, ya que el cambio climático ha incrementado la frecuencia e intensidad de los temporales en la región.
Como dato histórico, en años anteriores, diferentes administraciones han optado tanto por dejar estas estructuras de forma permanente como por retirarlas una vez cumplido su propósito.
La decisión actual refleja la tendencia a priorizar la apertura de las playas para el uso público, en un contexto de adaptación a los efectos del cambio climático en las zonas costeras.
En definitiva, La Coruña se prepara para ofrecer unas playas seguras y accesibles para la temporada 2024, asegurando la protección del entorno natural y la infraestructura urbana.
La retirada de la duna de arena en Riazor marca el inicio de un período de mantenimiento y puesta a punto, que culminará con la apertura oficial al público en las próximas semanas.