La selección femenina de Canadá cayó 1-0 ante los Países Bajos en un amistoso disputado en Nijmegen, evidenciando la necesidad de mejorar en aspectos técnicos y físicos tras dos derrotas previas. El análisis destaca el crecimiento del fútbol femenino en Europa y los desafíos que enfrenta Canadá para mantenerse competitiva a nivel mundial.
La selección femenina de Canadá ha cerrado el año con una nueva derrota en un amistoso internacional, en esta ocasión ante los Países Bajos en Nijmegen.
El marcador final fue 1-0 a favor del equipo local, en un encuentro que evidenció las diferencias en ritmo, juego y conexión entre ambos equipos. Este resultado supone la tercera derrota consecutiva para Canadá en partidos amistosos, una situación que ha encendido las alarmas en el equipo dirigido por Casey Stoney.
El partido se disputó en un escenario donde el dominio del balón y la posesión fueron claramente para las neerlandesas, que mantuvieron aproximadamente el 70% del tiempo en control del esférico durante la primera mitad.
El gol de la victoria llegó en la 28ª minuto, obra de Lynn Wilms, quien aprovechó una defensa canadiense dispersa para anotar con un toque sencillo en el área pequeña.
A pesar de los intentos canadienses por igualar el marcador en la segunda parte, la efectividad del equipo local y la fortaleza defensiva impedieron que las visitantes lograran siquiera empatar.
Este escenario no es nuevo para Canadá, que desde el verano ha mostrado dificultades para anotar goles y mantener un rendimiento consistente en partidos internacionales.
Desde su reciente victoria por 4-1 sobre Costa Rica en junio, las mujeres canadienses no han conseguido marcar en los últimos 274 minutos de juego, enfrentándose a desafíos tanto en aspectos técnicos como físicos.
Históricamente, Canadá ha sido considerado un contendiente fuerte en el fútbol femenino mundial, con antecedentes que muestran avances significativos en la profesionalización del deporte en el país.
Desde la incorporación de la Liga Nacional Femenina en 2019, que ha visto un aumento en el valor de mercado de las futbolistas, hasta la participación de jugadoras en clubes de renombre europeo, el crecimiento ha sido constante.
Sin embargo, las últimas derrotas resaltan que aún existe trabajo por hacer para mantener ese nivel competitivo.
El técnico Stoney, que asumió el mando del equipo en 2023, ha señalado la necesidad de reformar la estrategia y mejorar la preparación física y técnica del grupo.
La lista de lesiones y la limitación en la variedad de jugadoras disponibles representan un obstáculo adicional, y la entrenadora ha declarado que tomar tiempo y realizar cambios en el plantel serán esenciales para mejorar los resultados.
Por su parte, las neerlandesas continúan demostrando su crecimiento en el fútbol femenino, apoyadas por una sólida base en la UEFA Women’s Championship, que les ha permitido competir y ganar con regularidad en Europa.
La victoria en Nijmegen refuerza su reputación y el avance del fútbol en los Países Bajos, que ha invertido en infraestructura y desarrollo en los últimos años.
Canadá, que enfrentará en su próxima serie a Japón, actualmente ocupa la posición nº 9 en el ranking mundial femenino. Las próximas jornadas serán clave para determinar si la selección puede revertir esta tendencia negativa y prepararse para futuras competencias, incluyendo clasificatorias y mundiales.
La fase actual, aunque difícil, debe ser vista como una oportunidad para hacer ajustes necesarios y fortalecer la base del fútbol femenino en Canadá.
En un contexto más amplio, el mercado de deportes femeninos en Canadá ha experimentado un auge en los últimos años, con el doble de valor de mercado desde 2023, según estudios recientes.
Esto refleja una mayor inversión y atención hacia el deporte, aunque todavía queda mucho por alcanzar en comparación con países líderes en esta modalidad.
Mientras tanto, las jugadoras y la directiva canadiense continúan trabajando con la vista puesta en los desafíos futuros. La batalla por mejorar la calidad del juego, aumentar la competencia interna y perfeccionar aspectos tácticos será crucial para que Canadá vuelva a ser una contendiente confiable en el escenario mundial.
La evolución del fútbol femenino en todo el continente europeo y en Estados Unidos marca una tendencia que Canadá debe seguir si desea mantenerse en la élite.
En conclusión, aunque las derrotas recientes pueden parecer desalentadoras, representan también una oportunidad para que el equipo canadiense revalúe sus prioridades, realice ajustes y prepare su próxima confrontación contra selecciones de alto nivel como Japón.
El compromiso, la inversión en talento y la preparación técnica serán los pilares fundamentales para que Canadá vuelva a brillar en los grandes torneos internacionales.