Un testigo clave afirma que los futbolistas no circulaban a alta velocidad en el fatídico accidente, poniendo en duda las teorías iniciales sobre el suceso en Zamora.

El trágico accidente que cobró la vida del jugador del Liverpool, Diogo Jota, y de su hermano André en Zamora ha generado múltiples especulaciones en los medios deportivos y policiales.

La principal hipótesis inicial, sustentada por la Guardia Civil española, apuntaba a que la causa del siniestro habría sido el exceso de velocidad por parte de los futbolistas.

Sin embargo, en las últimas horas, un testigo fundamental ha ofrecido una versión que podría poner en jaque esa teoría.

Supuestamente, el camionero portugués José Azevedo, quien fue el primero en grabar las imágenes del incidente y en socorrer a las víctimas, afirmó que los hermanos no circulaban a una velocidad elevada en el momento del choque.

En declaraciones a un medio deportivo, Azevedo explicó que, al verlos pasar, pudo notar que el vehículo, un coche de color oscuro, iba a una velocidad moderada y con total tranquilidad.

"Lo filmé, me detuve, intenté ayudar, pero desafortunadamente no pude hacer nada. Tengo la conciencia muy tranquila. Sé lo que pasé esa noche porque no sabían quién estaba dentro. Mi más sentido pésame a la familia", expresó el camionero, según información de Sport. Además, añadió que "la familia tiene mi palabra de que no iban con exceso de velocidad. Pude ver la marca y el color del coche cuando me pasaron. Iban supertranquilos".

El testimonio de Azevedo refuerza la idea de que la tragedia podría deberse a otros factores, como las condiciones de la vía o posibles fallos mecánicos, y no exclusivamente a la velocidad.

La carretera donde ocurrió el accidente es conocida por su baja iluminación y curvas peligrosas, características que, según expertos en seguridad vial, pueden contribuir a incidentes incluso a velocidades moderadas.

Supuestamente, en el pasado, esta misma carretera ha sido escenario de otros accidentes, algunos de ellos con consecuencias fatales, debido a las malas condiciones del trazado y la falta de señalización adecuada.

La comunidad local y las autoridades han solicitado mejoras en la infraestructura para evitar futuras tragedias.

Por otro lado, la hipótesis de que el exceso de velocidad fue la causa principal se basa en informes preliminares y en las declaraciones de algunos testigos que vieron a los futbolistas justo antes del impacto.

Sin embargo, la declaración de Azevedo, quien estuvo en el lugar en los momentos previos, podría ser decisiva para esclarecer los hechos.

La familia de los futbolistas y los clubes implicados están atentos a los resultados de las investigaciones, que también consideran posibles fallos en el coche o en la vía.

La comunidad deportiva mundial ha quedado conmocionada por la pérdida de un talento como Jota, y las autoridades españolas continúan con las pesquisas para determinar las causas exactas del accidente.

Este caso recuerda otros incidentes trágicos en los que las hipótesis iniciales fueron desafiadas por testimonios y evidencias posteriores, demostrando que en situaciones tan complejas, no siempre la causa aparente resulta ser la verdadera.

La justicia y la seguridad vial seguirán siendo prioridades para esclarecer la verdad y prevenir futuros sucesos similares.