La imposición del 15 % de aranceles por parte de EE. UU. afecta a los vinos vascos, especialmente Rioja Alavesa y Txakoli, y obliga a la región a replantear su estrategia de mercado para mantener su competitividad.
En Euskadi, la reciente amenaza de la imposición de aranceles del 15 % por parte de Estados Unidos sobre los vinos de Rioja Alavesa y Txakoli ha generado inquietud en el sector vinícola vasco.
Amaia Barredo, Consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, ha declarado que está evaluando cómo afectará exactamente este incremento arancelario y qué porcentaje final establecerá la Administración norteamericana.
Históricamente, los aranceles han sido una herramienta utilizada por EE. UU. para proteger a sus productores, pero también han sido fuente de tensiones comerciales internacionales. La historia de los controles arancelarios en el sector vitivinícola es larga y ha provocado subidas de precios y pérdidas en mercado para muchas regiones productoras.
La región del País Vasco, con su reconocida calidad en vinos como Rioja Alavesa y Txakoli, ha sabido sobrellevar situaciones similares en el pasado cuando la Administración Trump subió tasas antes, en 2018, aunque en ese momento no se impuso un arancel tan elevado como el actual.
Actualmente, Estados Unidos representa el segundo mercado más importante en volumen de exportación para estos vinos, y el primero en valor, con cifras que superaban los 20 millones de euros anuales antes de la implementación de nuevas tarifas, según datos del sector.
La posibilidad de un arancel del 15 % equivaldría, en términos actuales, a unos 3 millones de euros en costes adicionales en un mercado clave.
Tras el anuncio preliminar, Amaia Barredo señaló que, aunque la situación es grave, no resulta mortal para la economía de Rioja Alavesa ni para el Txakoli.
Los vinos vascos han demostrado su resistencia frente a episodios similares, y su alta calidad, junto con la fidelidad de sus consumidores, les otorgan cierta ventaja para superar esta amenaza.
Uno de los aspectos que más preocupa a los productores es la caída en los pedidos y la presión en los márgenes de beneficio. La estrategia recomendada por la Consejera se centra en fortalecer la percepción de valor y diversificar los mercados de exportación. La intención es cambiar la narrativa de ofrecer simplemente vinos a precios competitivos, a comunicar su carácter de productos premium, con historia, sostenibilidad y tradición, al igual que los grandes vinos del mundo.
El Gobierno Vasco también trabaja en potenciar mercados alternativos como Canadá, Japón, México y diferentes países de Europa, buscando reducir la dependencia del mercado estadounidense.
Además, se recomienda a las bodegas reforzar sus canales de restauración y hostelería, donde el sobreprecio puede justificarse por el valor añadido en la experiencia gastronómica y la sostenibilidad del producto.
En el ámbito histórico, la región ha incrementado su precio medio de exportación a EE. UU. a unos 5,50 euros por litro (equivalentes a 6,20 dólares aproximadamente), en un esfuerzo consciente por subir de gama y no competir solo por precio.
Rioja Alavesa, con su denominación de origen reconocida, se alinea en la estrategia de posicionarse con un valor diferencial basado en la calidad y la tradición.
Aunque estos aranceles representan un reto, los expertos señalan que no destruirían la competitividad si la percepción de calidad y valor se mantiene firme.
La recomendación para las bodegas y comercializadoras es seguir apostando por la innovación en el canal de restauración y en campañas de comunicación que resalten el origen, la sostenibilidad y la riqueza de la experiencia que ofrecen estos vinos.
Finalmente, la diversificación de mercados y la colaboración con actores internacionales serán claves en los próximos meses para mitigar los efectos de la subida de aranceles.
La región del País Vasco, con su tradición vinícola y su apuesta por la innovación, confía en que podrá afrontar con éxito este reto, consolidando su posición en el mercado global en un contexto de creciente incertidumbre económica internacional.